Un abuso de autoridad y acto violento protagonizaron elementos del grupo de Reacción Sureste al golpear a un limpiaparabrisas que descansaba afuera de una tienda de conveniencia.

Toda la secuencia fue grabada por una ciudadana que en ese momento surtía gasolina y al ver lo atroz de la actuación de los elementos de seguridad se indignó y decidió captar el momento con su celular.

El violento momento tuvo lugar el pasado martes a las 6:27 de la tarde en la estación de gasolina ubicada a la altura de la colonia Santa Elena, al sur de la ciudad.

Quien lo grabó, maestra de profesión, aseguró que el señor se hallaba medio recostado en la banqueta, frente al ventanal del Oxxo, tenía su limpiador y su agua al lado, en eso arribaron dos camionetas color gris con negro y rojo, de las que se colocan en la salida a Zacatecas, frente al rastro.

Se estacionó una enfrente de la oficina de la gasolinera y otra en enfrente de las bombas de gasolina, se bajaron dos policías de cada vehículo para irse directo al limpiaparabrisas, a quien pararon y comenzaron a esculcar.

“Los policías le quitan su bote de jabón y lo huelen y al parecer el policía dice ‘es jabón’, se lo tiran al piso y en las bolsas del pantalón no le encuentran nada”.

Luego voltearon al vehículo que estaba estacionado por las bombas y le hicieron una seña, de ahí baja otro policía, al parecer el comandante, quien lo golpea de la cara y los pies y lo tumba al suelo, pegándose en la cabeza, ya en el suelo los otros lo comenzaron a patear.

Finalmente el que los mandaba le puso la rodilla en la cabeza, preguntándole algo, a decir de la testigo, el hombre se veía mal, pero éstos seguían en lo suyo dándole una paliza.

No quedó más que aguantarse el coraje, pues quien grabó iba con su pequeña hija, se sintió impotente y sólo alcanzó a tomar unas cuantas fotos que hizo llegar a esta redacción para denunciar la manera en que actúan los elementos de esta agrupación.

“No era necesario golpearlo, sólo revísalo, no trae nada, pues déjalo ir. Cuál es el afán de golpearlo. Los golpes de la vida son suficientes”, dijo indignada la testigo.