El actor inglés Michael Caine, quien ganó un óscar por su actuación en el filme de Woody Allen “Hannah y sus hermanas”, al lado de Mia Farrow expresó en una entrevista para The Guardian que le impresionó mucho conocer las alegaciones hechas contra el director por su hija adoptiva, Dylan Farrow.

“Soy un patrón de la NSPCC (Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad hacia los Niños) y tengo una perspectiva muy dura sobre la pedofilia. No puedo conciliarme con esta alegación, porque conozco a Woody y me la pasé excelente con él”, explicó el actor, “incluso lo introduje a Mia (Farrow). No lamento trabajar con él, lo que hice en completa inocencia de sus acciones; pero nunca volveré a trabajar con él”.

La acusación que haber abusado de Dylan cuando era niña fue hecha en 1993 y los tribunales y las diversas investigaciones realizadas entonces lo declararon inocente. Sin embargo, a raíz del efecto Weinstein y del movimiento #MeToo esta acusación resurgió y muchos de los artistas que han colaborado con el director se han deslindado de su trabajo, incluyendo a Greta Gerwig, Timothée Chalamet y Colin Firth.

A pesar de esto, hay otros que han mostrado apoyo a Allen, como Alec Baldwin y Diane Keaton.