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Mi hijo me rescató de la muerte: cardiólogo
“Estuve saludando a San Pedro unos minutos. Me trajeron de vuelta”. Así se refiere el doctor Luis Córdova Alveláis al recordar aquellos momentos del 4 de enero pasado en que técnicamente estuvo muerto casi 4 minutos a causa de una tromboembolia pulmonar masiva.
La rápida intervención del médico que lo atendió, primero, lo sacó de estado en que llegó a la clínica particular en la que él mismo da consulta; y segundo, tras cuatro horas de intervención vía cateterismo, logró disolverle el coágulo que le obstruía la arteria pulmonar, procedimiento que ahora lo tiene recuperado.
Lo extraordinario en esta historia, ya de suyo diferente, pues de ese padecimiento logran sobrevivir sólo 5 de cada 100 pacientes, es que el especialista que atendió al destacado cardiólogo saltillense y que lo rescató de la muerte súbita, fue su propio hijo.
Córdova Alveláis recuerda que el 4 de enero pasado salió de su casa con destino al hospital La Concepción, donde tiene su consultorio.
Sin embargo, ese día, añadió, no iba a trabajar, sino que se dirigía a ser intervenido quirúrgicamente de la próstata, por lo que él no venía conduciendo su vehículo.
“En el camino tuve un paro cardiorespiratorio, es decir, estuve saludando a San Pedro unos minutos. Venía hablando por teléfono, empecé a sentir falta de aire y me apagaron la luz”, dijo.
El cardiólogo añadió que el paro se desencadenó por un coágulo que le obstruyó la arteria pulmonar y que se formó debido a que meses atrás de esa fecha, en noviembre de 2018 había sido sometido a otra operación de columna.
Precisó que tras la operación de columna estaba tomando anticoagulantes, pero que los suspendió para someterse a la cirugía de próstata.
“Cuando tú has sido operado, una de las principales causas de muerte postoperatoria son las embolias pulmonares; se forman coágulos en las venas que se desprenden, van a la arteria pulmonar, tapan la circulación y no hay oxigenación.
Depende de la magnitud, qué tanto tapen, puedes tener muerte súbita, como fue lo que yo tuve, o puedes nada más ponerte muy grave… la tromboembolia pulmonar es bastante frecuente”, dijo.
Narró que afortunadamente ya se dirigía al hospital, por lo que al llegar fue introducido a área de urgencias donde, sin pensarlo dos veces, su hijo, el también especialista en cardiología, Julio Córdova López, lo atendió.
“Me tuvo que atender (su hijo) y una vez que estaba yo consciente, aunque en muy malas condiciones, me planteó que tenía que meterse a hacerme un cateterismo para fragmentar el coágulo”, añadió.
“Le dije ‘si algo llega a pasar, que te quede en la conciencia que estuviste haciendo lo posible por salvarme la vida y no te vaya a quedar en la conciencia que me quedé yo en el procedimiento’. Fueron cuatro horas (de intervención)”, expresó.
Añadió que tras la operación estuvo cuatro días en terapia intensiva y tres días en habitación hospitalaria, tras de los cuales se fue a su casa. “Estuve muerto cuatro minutos”, expresó.
“Es un orgullo que mi hijo me haya salvado la vida. También un agradecimiento para él, un reconocimiento a su capacidad como médico, y no solamente a su capacidad, sino también a su integridad psicológica de poder haberme atendido en una situación tan grave”, expresó.
Actualmente, Córdova Alvelais sigue dando consultas en su consultorio del Hospital “La Conchita”, va al gimnasio: “Hago mi vida totalmente normal”, expresó.
El doctor Córdova López, su hijo, estudió la carrera en la Facultad de Medicina de la UANL, posteriormente se especializó en Medicina Interna en el Instituto Nacional de la Nutrición y en cardiología en el Instituto Nacional de Cardiología.
Cursó la Alta Especialidad de Cardiopulmonar también en el Instituto Nacional de Cardiología y la Alta Especialidad y Maestría en Hemodinamia en Madrid, España; radiología intervencionista también en Madrid.
Fue médico en el Instituto Nacional de Cardiología y tras irse a trabajar a España, regresó a Saltillo, donde tiene su consultorio.