México, también en basquetbol

Usted está aquí

México, también en basquetbol

Sin duda, existen millones de mexicanos dotados de gran capacidad, mujeres y hombres con talento para los oficios más variados. Por el contrario, la clase política deja mucho que desear y lejos de impulsar, obstaculiza. Los mexicanos que consiguen salir adelante, lo hacen gracias a su esfuerzo individual, con el gobierno, sin él, no obstante y a pesar de las autoridades que, las más de las veces, suelen estorbar.

Jorge Castañeda suele hablar de lo bueno que somos los mexicanos para sobresalir en competencias individuales y lo poco afortunados que solemos ser cuando participamos en esfuerzos de equipo.

La última vez que una selección mexicana de basquetbol participó en unos Juegos Olímpicos fue en Montreal 1976. Desde hace 39 años México no pisa la duela olímpica y, sin embargo, varios mexicanos han logrado colarse a la NBA, el mejor basquetbol del planeta. Estos individuos exitosos tuvieron que abandonar México, para estudiar y jugar en los Estados Unidos o en Europa, para ser reconocidos y fichados para las mejores duelas del mundo.

Fue necesario que pasaran cerca de cuatro décadas para que, con enorme esfuerzo y disciplina, una selección nacional ganara su pase a las Olimpiadas. Su pase no fue directo, tuvo que ser vía el repechaje, pero aun así fue un logro histórico. Hace pocos meses celebrábamos el acontecimiento.

Pero el gusto nos duró poco. Como suele suceder en el País, los políticos también estorban en el deporte. Hace unos días la Federación Internacional de Basquetbol Asociación (FIBA), informó que se suspendía a México de ese organismo y en consecuencia, que no podría participar en los próximos Juegos Olímpicos.

Las causas de ello son: Alfredo Castillo, titular de la Comisión Nacional del Deporte -exsubprocurador General de República, excomisionado Federal para el Estado de Michoacán y exprocurador de Justicia del Estado de México-, se niega a reconocer a la dirigencia del basquetbol mexicano.

El “ex todo” del peñismo acusa de malos manejos administrativos al Presidente de la Federación de Basquetbol. Se trata de la típica tranza de facturas falsas o infladas. Por su parte, el dirigente de la polémica y nada eficaz federación, acusa al Gobierno de violar su autonomía. El pleito recuerda el duelo entre Elba Esther Gordillo y Enrique Peña Nieto. Ni a cual irle. ¿Verdad?

El basquetbol mexicano ha padecido durante décadas de intrigas y luchas de poder que han generado únicamente más ineptitud y malos resultados. Mientras tanto, los buenos jugadores se las arreglan para salir adelante por su cuenta, lejos de su País.

Parece que el esfuerzo del seleccionado nacional de nada servirá. Puede más la corrupción y las pugnas internas que el objetivo superior de superarnos en ese deporte con lo que todos los involucrados ganarían más. Tal parece que puede más el afán de la autodestrucción que el deseo de triunfo.

Una vez más se hace evidente que la corrupción, como la humedad, se mete en todas partes. No parece haber nada que la detenga. Por su inutilidad, el Gobierno Federal y el sistema de justicia ni siquiera han sido mencionados. El Presidente de Conade acusa a la Federación de Basquetbol de delitos de corrupción, pero no acude a las autoridades competentes, designadas por el Gobierno para el cual trabaja. Frente al espectáculo, intervino la FIBA para poner un orden inexistente en México. Corrupción impune, ineptitud de los dirigentes y estorbos gubernamentales, tal es el panorama del deporte mexicano, tal es México.

Twitter: @chuyramirezr
Facebook: Chuy Ramírez