En los últimos dos años México y Estados Unidos han expulsado a cerca de 30 mil niños migrantes y según el padre Pedro Pantoja, defensor de derechos de los migrantes, no existe una política migratoria de refugio o reencuentro con su familia, pues solo hay programas para su expulsión. 

Después de un largo viaje a Barcelona donde abordó el fenómeno de la migración en México, el presbítero Pedro Pantoja aseguró a la prensa local que el DIF se encarga del  cuidado de los menores y los Oficiales de Protección a la Infancia (OPIS) salvaguardan la integridad física y mental de los menores, pero no existe una política de refugio y reencuentro con la familia, sino solamente de expulsión. 

“Los niños que regresen volverán a intentar cruzar una y otra vez, porque la crisis humanitaria que hay en Latinoamérica sigue muy fuerte”, dijo.  

Para Juan José Villagómez, coordinador de Atención a Migrantes, México encarcela por igual a hombres, mujeres niños acompañados o sin acompañar, pero no se tiene la certeza del futuro del menor. 

“Ellos lo que hacen es que, sin representación consular, sin importarles los regresan a una organización similar a la del DIF (en sus países de origen), pero nuestro país no se preocupa por saber qué será del niño, por su futuro o si está en indefensión. Solamente le interesa regresarlo, porque no existe una política correcta donde haya interés por los niños y la política es solamente frenar la migración a Estados Unidos.  

Según Villagómez, Estados Unidos —a diferencia de México— tiene una política migratoria de refugiados que acoge a menores de edad y se generan garantías para repatriarlos.