Mexico logró lo que nadie pudo haber imaginado en Rusia 2018.

Con los últimos resultados de Juan Carlos Osorio y desde que se supo que la Selección Nacional estaría en el mismo grupo que el vigente Campeón del Mundo, daban por muerto a un Tri que no había dado sus mejores destellos en los encuentros finales que había disputado.

Pero el domingo 17 de junio del presente año, el 7-0 contra Chile, el 4-1 contra el mismo Alemania y la eliminación de la Copa de Oro quedaron atrás.

La Selección Nacional venció 1-0 a los germanos, en un triunfo que nadie imaginaba, pero que el mismo combinado azteca vendió como alcanzable, y así fue.

El colombiano mandó al campo a Guillermo Ochoa, Jesús Gallardo, Héctor Moreno, Carlos Salcedo y Hugo Ayala atrás, Héctor Herrera, Andrés Guardado y Carlos Vela en el medio campo, mientras que en el ataque estuvieron Miguel Layún, Javier Hernández e Hirving Lozano

La primera sorpresa llegó en el primer tiempo.

A pesar del amplio dominio de Alemania, México supo sobreponerse a su rival y terminó, en ratos, jugándole al tú por tú.

El único flojo de la Selección Nacional en la primera parte fue Javier Hernández, mientras que Lozano, Vela y Layún se conectaron para realizar trangulaciones y hacer daño por los extremos a los germanos.

Apenas al minuto de empezar el partido, "Chucky" llegó por el lado izquierdo y tras un recorte, sacó un disparo que Jerome Boateng despejó para evitar el primer gol del encuentro.

Desde esa llegada en adelante, fue un concierto de ataques por parte de la Selección Mexicana y un par de intervenciones de Guillermo Ochoa, pero la claridad estaba del lado del entrenador colombiano.

Y la recompensa llegó al minuto 34.

"Chucky" Lozano recibió una asistencia por parte de "Chicharito" Hernández y el número 22 de la Selección recortó a uno de los defensas alemanes para mandar el esférico al poste de Manuel Neuer y hacer el 1-0 del encuentro.

El segundo tiempo fue de sufrimiento para la Selección Mexicana y los aficionados que se dieron cita en el Estadio Olímpico Luzhnikí.

Con la entrada de Mario Gómez y Marco Reüs, y los movimientos en medio campo de Thomas Müller y Mezut Özil, el héroe de la última parte del encuentro fue Ochoa.

Acompañado de Salcedo, Ayala y Gallardo despejando balones, más la entrada de Edson Álvarez para ayudar el parado táctico defensivo, los alemanes buscaron en inumerables ocasiones hacer el de la igualada en la meta del arquero de Standard de Lieja.

Y, para darle más nostalgia al encuentro, hubo un récord histórico más para el Tri.

Osorio le dio entrada a Rafael Márquez, quien portó el gafete de capitán, tras la salida de Guardado y cumplió con igualar el número de mundiales de Antonio Carvajal, al disputar cinco justas continentales en su haber.

Con el "Kaiser" mexicano en el mediocampo y la entrada de Raúl Jiménez en lugar del "Chucky", Layún se vio más suelto en el partido y, jugando de contragolpe, el Tri generó dos jugadas más de peligro gracias al futbolista veracruzano.

El central del encuentro agregó los tres minutos más largos para cualquier aficionado mexicano, y aunque Alemania lo intentó por todos lados, incluso con Neuer rematando en los tiros de esquina, México logró uno de sus juegos más importantes en la historia del Mundial.

La Selección azteca triunfó 1-0 ante Alemania, apenas la segunda victoria del Tri ante los germanos en una Copa del Mundo, la primera vez en su historia en ganarle a un Campeón mundial, pero, sobretodo, la inyección de ilusión y esperanza que necesitaba México para creer en que podría llegar ese quinto partido, y, por qué no, ir más allá.