México hoy más pobre

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México hoy más pobre

México es hoy más pobre. 5.8 por ciento de los hogares mexicanos tuvo menos ingresos en 2020 que en 2018. Mal y de malas, si en términos globales el número de pobres derivados de la crisis sanitaria aumentó entre 12 y 15 millones, la sociedad mexicana no tiene mucho qué presumir y menos qué decir que los mexicanos somos “felices” al menos no desde la perspectiva económica actual. Los datos dicen claramente que, para volver al nivel de diciembre de 2019, tendríamos que tener un crecimiento del PIB en promedio del 7 por ciento anual en los tres años siguientes, caso contrario nos va a tomar más tiempo la recuperación. Las cosas no van bien y tampoco se espera que haya cambios inmediatos. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en este último trimestre (abril-junio) fue del 1.5 por ciento real con respecto al trimestre anterior. Adiós a la posibilidad de crecer al 6.15 por ciento en este indicador para cierre de año, como lo dijo ese ilustre ya exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera. Si las cosas mantienen el mismo comportamiento, se tendrá un PIB cercano al 4% por ciento.

Volviendo al tema de la encuesta de ingreso y gasto de los hogares mexicanos, el INEGI reportó además que la principal fuente de ingreso en los hogares es el trabajo, con un promedio por hogar de 50 mil 309 pesos promedio trimestrales para el 2020. En comparación, la misma familia en promedio recibía en el 2018, 53 mil 418 pesos promedio trimestrales. Los principales rubros de pérdida o disminución de gasto de los hogares fueron educación y esparcimiento.

En ambos casos puede entenderse claramente el efecto de la pandemia. Se calcula que el 30 por ciento de los hogares cambió a sus hijos de escuelas particulares a escuelas públicas, ya que no consideraban necesario pagar por las clases a distancia.  En el caso del esparcimiento, la situación se tornó más complicada porque los hogares en general, no podían tener diversiones tradicionales como cine, teatro, restaurantes, etc. El confinamiento lo impedía. La caída en el gasto de educación y esparcimiento se redujo, de acuerdo al reporte un 44.8 por ciento, por ello, más de 220 mil profesores fueron despedidos en agosto de 2020.

Como todo, el rubro de la salud fue el gran ganador, ya que incrementó el gasto de los hogares 40.5 por ciento, con respecto a 2018. La explicación resulta simple, pues cada familia que tuvo un enfermo de COVID se vio en la necesidad de pagar para que su enfermo se atendiera por la incapacidad del servicio público de poder lidiar con la avalancha de casos que se dieron y que ahora se están volviendo a dar con esta nueva ola. Sin embargo, también hubo problemas en el caso de otras enfermedades que el propio sector público dejó de atender porque se enfocó plenamente a atender el COVID. Los casos de cáncer, trauma y cardiología principalmente tuvieron que ser atendidos en mayor cantidad por el sector privado. Esto, desde luego, generó un incremento importante en los gastos de los hogares en este rubro, que es uno de los más caros y que tiene el potencial de llevar a la quiebra a una familia.

Asimismo, en la encuesta de ingreso y gasto de INEGI, los estados del país con mayor ingreso trimestral promedio para el 2020 fueron Nuevo León, con 72 mil 391 pesos; Baja California, con 67 mil 821 pesos y la Ciudad de México, con 67 mil 357 pesos. Los peores ingresos están en Chiapas, con 29 mil 168 pesos; Guerrero, 32 mil 516 pesos y Veracruz, con 35 mil 126 pesos. Los datos no mienten, una diferencia del doble, sin tomar en cuenta los costos de vida en cada región del país. Sin embargo, nominalmente son diferencias que llaman la atención y que ilustran las capacidades económicas actuales.

Mientras que los estados de mayores ingresos recibirían en promedio mensual más de 2 mil dólares al tipo de cambio promedio del día de hoy, los más pobres estarían muy lejos de esa cantidad y estarían en promedio en los mil dólares. Esta razón es una de las que explica parcialmente por qué hay muchos migrantes en Estados Unidos de esos estados.

Ya terminó la primera mitad de este 2021 con poco qué comentar en lo positivo, y mucho en lo negativo desgraciadamente. Conforme pasan los días la temática dominante es lo referente a la sucesión presidencial. Ya ni siquiera se habla de la felicidad de los mexicanos y que tampoco es importante el PIB como medida del bienestar nacional.

La combinación de los indicadores de un crecimiento del PIB con una caída del ingreso de los hogares en promedio y el aumento del número de pobres habla claramente de la desigualdad que se está generando en México. Ya no se puede ocultar y está volviéndose parte del discurso político en el sentido de que los pobres “sienten” que la clase media y alta les están “robando” lo que se merecen y eso es falso. Las acciones económicas actuales lo que están haciendo es reducir las oportunidades para los más pobres y manteniendo con pérdidas leves a la clase media.

Debido al comportamiento del virus que en esta tercera ola está causando estragos, aunque se dijo que no sería problema, la actividad económica se ha visto afectada, no tanto por el cierre o limitación de actividades, sino por la enfermedad de muchas personas que finalmente son trabajadores o empresarios, y por consiguiente, sus organizaciones han disminuido su tasa de actividad. Así no se podrá crecer al ritmo necesario para llegar ni siquiera al 5 por ciento anual, sobre una base tan baja como la del 2020.

La interrupción de las cadenas de suministro, será otro problema qué atender, pero eso se verá la siguiente semana, cuando haya otros datos.