México: colonizado y ‘trumpetizado’
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México: colonizado y ‘trumpetizado’
México ha enfrentado la irrupción de Trump con la mentalidad de un país colonizado, cuyas características son: “desprecio de sí mismo, inseguridad, servilismo”, temor patológico, infantilismo y la negación de asumir la libertad como una posible alternativa de vida. Los mexicanos tratan de superar “su condición asumiendo el bagaje cultural de los colonizadores”; en el lenguaje, maneras de pensar y de actuar (valores y actitudes). Nuestro individualismo y consumismo es herencia directa. Pero ¿qué tanto de nuestro racismo, discriminación, homofobia y misoginia (o, al menos, su refuerzo) no proviene de esa relación “cultural” con Estados Unidos?
Las élites empresariales y políticas de nuestro País hacen funcionar esa relación desigual y asimétrica con Estados Unidos. Ellas son las principales beneficiarias. Un ejemplo, el TLC (Tratado de Libre Comercio) generó empleo, pero sobre todo riqueza a los empresarios. ¿Dónde quedó la formación del mercado interno? ¿El impulso a un Estado de Derecho para acotar los excesos del mismo? El TLC “no resolvió los problemas internos que generaban incertidumbre jurídica, física y patrimonial a los mexicanos. En lugar de eso, creo un régimen de excepción en el cual pudieran confiar los inversionistas”. ¿Dónde quedó nuestra modernización económica y política?
Aunque en esa relación haya gritos y sombrerazos ocasionales, inclusive con llamadas a recuperar “el fervor nacionalista” bajo “Pactos de Dignidad y Unidad Nacional”; al final, México asumirá su condición subordinada, pero renegociada bajo nuevas condiciones.
Sin embargo, hoy, esa renegociación llega en el peor momento. Porque la debilidad institucional de un México, de por sí colonizado, es evidente. Tres datos así lo demuestran:
La fragilidad institucional de Peña Nieto con una aprobación entre el 8-11 por ciento. La fractura entre la élite política, empresarial y eclesial.
Y la encarnizada lucha por la sucesión presidencial.
¿Quién levantará la mano para hundirse con Peña Nieto, cuando pueden ganar con el río revuelto?
La “trumpetización” del País está próxima.