Metrópolis inteligentes

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Metrópolis inteligentes

Baja California, cuya población está creciendo casi exponencialmente, podría acunar una metrópoli inteligente, sus ciudades son relativamente jóvenes y tienen una buena infraestructura carretera

Cansa conocer empresas, comunidades y ciudades que presumen ser verdes, pero están muy lejanas de serlo, pues sólo son maquillaje sus políticas ambientales.

Pero ha llegado el momento de la verdad, en el que ya no se pueden disfrazar los problemas del medio ambiente asociados a la salud pública y centralmente a la calidad de vida.

Hay diagnósticos para toda la problemática medio ambiental, pero no soluciones. Los gobiernos locales no son los responsables absolutos de la contaminación de suelos, agua y aire, pero sí podrían ser el fiel de la balanza si buscaran de manera sistémica escuchar a los grupos de interés que son sufrientes de dicha contaminación y aplicar la ley a quienes resulten responsables directos del deterioro de la naturaleza.

Baja California, cuya población está creciendo casi exponencialmente, podría acunar una metrópoli inteligente, sus ciudades son relativamente jóvenes y tienen una buena infraestructura carretera que las conecta. También cuentan con ciudadanos interesados, tanto en el sector privado como en el académico y en la sociedad civil en general.

Me ha comentado el empresario Humberto Jaramillo, expresidente de todas las cámaras industriales de Baja California Norte y expresidente de la Canacintra nacional, que Tijuana ya ha tenido acercamientos con la experiencia del Valle de Aburrá, en Colombia, con epicentro en la ciudad de Medellín, cuando en el panel que moderé (“Responsabilidad ambiental ante el cambio climático”) propuse algunas “ideas fuerza” a los empresarios y ciudadanos que acudieron a la sede de la delegación Tijuana de la Canacintra.

Me gusta la dinámica de Tijuana, una ciudad de vanguardia que admite en su seno a quien quiere trabajar. Una ciudad multicultural que recibe a personas de todo el mundo y que los acoge siempre y cuando se integren a sus actividades productivas, como es el caso de un gran grupo de haitianos que llegaron hace pocos años.

No así los tijuanenses, quienes están en contra de los migrantes prepotentes que últimamente han llegado a la ciudad con exigencias que no pueden ser cubiertas por el erario público. Ese tipo de migrantes no son bien recibidos.

Un eje que puede ser de utilidad para tejer la posibilidad real de planificar una metrópoli es el de los cronistas municipales, porque sin duda son fedatarios de los acontecimientos relevantes, de lo que se ha hecho bien y de lo que se ha dejado de hacer en la construcción de la democracia participativa, que es base del sentido ciudadano que debe impulsar el destino de las ciudades.

Tuve el privilegio de reunirme con los cronistas de Tijuana, Ensenada, Rosarito y Tecate, Baja California. El sabio presidente de los cronistas de esta entidad federativa nació en Monterrey, de padre salvadoreño. Mario Ortiz Villacorta es un hombre de 73 años que sorprende por su energía y sobre todo por sus conocimientos. Él también considera que los cronistas pueden aportar mucho en la planificación de una metrópoli inteligente.

En México ya no existen los fondos metropolitanos que más o menos contenían un techo financiero que se dividía de manera discrecional entre municipios, quedándose parte del mismo en las arcas de los gobiernos estatales; sin embargo, la posibilidad de un techo así, no debe ser una condición indispensable para que se logren acuerdos de movilidad urbana, seguridad pública y de agenda ambiental entre las municipalidades conurbadas. Quizá Baja California nos ponga el ejemplo.