El guardameta de las Águilas del América, Francisco Guillermo Ochoa, mostró lo dolorosa que puede llegar a ser la toma de una muestra para la detección del COVID-19, pues su rostro refleja el incómodo momento una vez que fue sometido al procedimiento para volver a los entrenamientos. 

Un instrumento parecido a un aplicador (plástico con algodón en el extremo), pero visiblemente más largo que los utilizados en casa, es introducido en las fosas nazales de 'PacoMemo', quien no puede ocultar el incómodo momento y quejarse en repetidas ocasiones. Este protocolo es realizado por todos los jugadores del Club América, así como cuerpo técnico y personal con el fin de regresar a los entrenamientos de cara al arranque del Apertura 2020 de la Liga MX.

Después de someterse a los test, el jugador volvió a la cancha para entrenar bajo los 3 palos, según indicó el propio club.