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Memelandia

La tradición cultural mexicana, bien podría decirse, está construida alrededor de una idea básica: antes de cualquier otra reacción, los sucesos de la vida cotidiana -ordinarios o extraordinarios- nos convocan a la burla. No importa si su naturaleza es cómica, trágica o pertenece a cualquier de las infinitas categorías ubicadas en medio de ambos extremos: nosotros le encontramos el lado jocoso a cualquier asunto.

A partir de esta posición básica, hacemos chistes -de mal gusto en muchas ocasiones-, construimos metáforas, adaptamos pasajes de la historia, elaboramos parodias, dibujamos cartones…

En este último apartado, por cierto, no estamos solos en la postura. Como bien lo prueban las caricaturas del semanario galo “Charlie Ebdo”, a propósito de la  tragedia de los inmigrantes sirios, el humor negro -negrísimo en este caso- no es patrimonio exclusivo de la nación totonaca.

No importa el método: al final el asunto es mofarse de la realidad y demostrar con ello la escasa seriedad con la cual nosotros enfrentamos el tránsito por este valle de lágrimas.
En algún momento tal posición adopta la forma -voluntaria o involuntariamente- de una competencia. Algunos sucesos provocan al grado de empujar a sus testigos a exigir al máximo a las neuronas y superar lo hecho por los demás a la hora de encontrarle la vena humorística a la realidad.

Uno de los mejores ejemplos de ello lo constituye la más reciente herramienta con la cual los mexicanos hacemos honor a nuestra propensión por la burla: los memes de internet.
Ignoro cómo funciona el asunto en otros países del mundo, pero por estos lares la historia cotidiana se documenta a base de memes. Más tarda un portal de noticias en difundir una información que en aparecer una miríada de memes sintetizando el ángulo chusco del asunto.

¿Quiere usted enterarse de cuáles son los temas importantes para la comunidad en este momento? Cheque el trendign topic de los memes y sabrá claramente el rumbo por el cual discurrirán las conversaciones a las cuales se aproxime en las horas por venir.

¿Que Carmen Salinas no tiene la menor idea de cómo se elabora una iniciativa de ley? Olvídese de los sesudos análisis de los editorialistas serios y comprometidos: mejor dedíquele tiempo a revisar la catarata de memes generados por la noticia. Entenderá mejor y de paso se va a divertir.

¿Qué el Presidente confundió la capital del tal Estado de la República o creó una nueva entidad? Renuncie a los concienzudos análisis de los expertos en psicología, análisis conductual o teorías de las comunicación: los memes paridos por la imaginación popular tienen mejores explicaciones.

¿Que la OMS advirtió sobre el peligro de contraer cáncer derivado de la costumbre de comer embutidos? Ignore las opiniones de nutriólogos, oncólogos, patólogos, epideomiólogos y demás ólogos… mejor revise la lista de memes: igual le va a dar cáncer de tanto reírse.

Los memes son lo de hoy… Por lo menos en México.

Y para muestra ahí está la catarata de memes producida por la más relevante noticia de la últimas horas en nuestro País: la confirmación del carácter mortal del más anciano de todos los niños del mundo: Chabelo.

Apenas confirmarse -por el mismísimo Xavier López- la inminente extinción de su programa “En Familia”, un alud de memes inundó la internet. Y como debía ser, el hilo conductor de ellos es la sospechada inmortalidad del chamacote nacido en Chicago.
Porque en este planeta sólo hay dos seres humanos de quienes todos los actualmente vivos hemos tenido noticia a lo largo de toda nuestra existencia, sin importar el año de nuestro nacimiento: la reina Isabel y Chabelo. Con una diferencia, por supuesto: por Chabelo no pasan los años, mientras a la monarca inglesa se le quedan todos.

Los profesionales de la comunicación memética (acabo de inventar el término, por lo cual reclamo desde este momento los derechos de autor) se están dando vuelo… Chabelo es el monarca indiscutido de Memelandia y nadie quiere dejar de participar en la competencia para crear el meme más jocoso, el cartón más hilarante de la temporada.
Hay varios geniales entre aquellos a los cuales pude echarles en ojo mientras escribía esta colaboración. Me gusta, por ejemplo, ése en el cual se atribuye -con gran tino- un nuevo significado a las siglas “AC” y “DC”: Antes de Chabelo y Después de Chabelo.

Me gustó mucho otro en el cual se afirma que Chabelo no cumple años sino Baktunes, en alusión a la unidad más larga del sistema de cuenta larga de los mayas: una unidad de tiempo equivalente a 394 años.

O aquel en el cual se le atribuye al anciano infante el haber dicho: “recuerdo el big bang. Fue un lunes por la mañana”.

Chabelo se nos va y el respetable lo despide como se merece: con una dotación completa de productos Ricolino y una admirable colección de memes.
¡Feliz fin de semana!

carredondo@vanguardia.com.mx
Twitter: @sibaja3.