ESTIMADA ANA:
Después de casi 30 años de matrimonio, hace casi 6 meses mi esposo falleció de cáncer. Sus últimos años desde que le detectaron la enfermedad fueron realmente pesados física y mentalmente.

Estuve con él día y noche en su tratamiento y en su atención, pues no caminaba y era completamente dependiente. Contraté a una persona que durante las noches me ayudaba y eso hizo que yo pudiera soportar tanto cansancio.

Dos de mis hijos están casados y no viven aquí y mi única hija soltera apenas es estudiante de universidad y prácticamente no contaba con su ayuda para nada, solo para que me hiciera algunos mandados y vueltas a comprar medicamentos o llevarlo a sus consultas.

Finalmente él falleció a principios de año y fue muy doloroso para todos, sufrimos mucho el proceso pero el día de su muerte fue algo realmente duro tanto para mis hijos como para mi, pues dediqué a él más de la mitad de mi vida.

En medio de tanto dolor, el día que lo velamos y sepultamos, se apareció una mujer con dos niños, se acercó conmigo y me dijo que ella había sido la amante de mi esposo en los últimos 10 años y que había llevado a sus hijos para que estuvieran en el momento de la muerte de su papá y que conocieran a sus hermanos.

No supe qué hacer ni cómo reaccionar, sus palabras eran para mi como cuchillos que lentamente se clavaban en mi cuerpo, jamás imaginé que eso pudo suceder, jamás pensé que mi esposo hubiera sido capaz de traicionarme de esa manera.

Aún con mis pensamientos confusos, hablé con mis hijos y les dije lo que había sucedido. Dejé que ellos decidieran, como adultos que son, si deseaban conocer a sus medios hermanos y a la que fue amante de su papá en los últimos años.

Hasta el día de hoy no estoy enterada si lo hicieron, si conocieron a los niños o si los han vuelto a ver. Realmente no quiero saberlo, al menos no por ahora.

Ya pasaron las semanas, los meses y yo no sé cómo superar el dolor de la pérdida, pero tampoco sé cómo superar esa traición de su parte, son sentimientos encontrados, pues por un lado me duele su partida, pero también tengo coraje y resentimientos, me engañó y eso también duele de la misma manera. Gracias por escucharme. 

Soledad.
 
ESTIMADA SOLEDAD:
Lamento tu situación y creo que la única salida es que aceptes la realidad, él ya no está, ya no hay nadie con quien se pueda llegar a un arreglo, alguien de quien puedas divorciarte, alguien a quien reclamar.

Intenta sobreponerte lo antes posible, regresa a tu vida, aprovecha el tiempo junto a tus hijos y acepta que lo que ocurrió ya está en el pasado y ya nada puede cambiar.

Quizá el hecho de haber conocido a la mujer con quien te traicionó te ayude a idealizarle menos o a sufrir con menor intensidad su partida. Desafortunadamente así quiso él que sucedieran las cosas, esa fue la vida que quiso llevar, en medio de engaño y traición.

Él no pensó en las consecuencias después de su muerte, quizá creyó que todo aquello quedaría en la oscuridad y que jamás saldría a la luz. La mujer y sus hijos, al igual que tu, probablemente también son víctimas de un hombre que no tuvo el valor para enfrentar su realidad, que se arriesgó a llevar una doble vida sin pensar en el futuro. 

Recuperar lo antes posible tu vida, apóyate con tus hijos o con tus amistades, familia y a pesar de lo difícil que sea ahora, evita el rencor, los resentimientos y la decepción. Ánimo.
 
ANA