ESTIMADA ANA:
Tengo un bebé de 2 meses y medio y ya se venció mi incapacidad y mis vacaciones, por lo mismo, tengo que regresar mi trabajo la próxima semana. El problema es que me siento fatal con solo pensar en que lo voy a dejar.

Es nuestro primer hijo, batallé mucho para embarazarme y ahora que lo tengo no quiero separarme un minuto de él. Hace días por una cuestión de emergencia en la familia estuve lejos de él algunas horas, la verdad la pasé muy mal, estaba muy ansiosa y quería que pasara el tiempo rápido para regresar a la casa y verlo.

No sé si todas las madres de familia pasen por lo mismo, pero para mí resulta algo estresante. Ahora me pongo a pensar en todas mis compañeras de la oficina, mis tías, mis hermanas y el tiempo que mi mamá trabajó y las comprendo, es realmente difícil tanto dejar a tu hijo en casa, como dejarlo en una guardería e irte a trabajar.

Y yo sé que en las guarderías hay personal capacitado en el cuidado de todos los niños, incluso cerca de mi trabajo hay una que se ve bien, tiene buen aspecto y las personas que están a cargo se ven profesionales.

Mi esposo me dice que si yo lo deseo, puedo renunciar y que con su sueldo nos organizamos para que nada falte, pero no quiero porque entre mis prestaciones tengo seguro de gastos médicos mayores, seguro de mi coche y además seguro social y no quiero que perdamos todos esos beneficios. Gracias por leerme, la verdad es que solo necesito de palabras que me ayuden a sentirme tranquila y sin culpas o remordimientos por tener que dejar solo a mi niño. 

Isa

ESTIMADA ISA:
Combinar tu vida como mamá primeriza y tu vida laboral suele ser generalmente más complicado de lo que pensamos. Y lo que en un tiempo nos parecía algo sin importancia o al menos fácil de realizar, la verdad es que una vez que estamos en ese lugar, todo parece complicarse.

Y es que no todo queda en salir a trabajar y ya, sino que ahora llega una serie de compromisos más que hay que cumplir, todo con referencia al niño, a sus cuidados, a la organización de la casa, a atender a tu esposo, a estar pendiente de la ropa, la limpieza y las comidas, entre otras cosas más que surgen con el diario vivir.

Es algo completamente natural que tengas todos esos sentimientos invadiéndote, la culpa por dejarlo, confiar en otras personas el cuidado y la alimentación de tu bebé y sentirte ansiosa por querer estar con él las 24 horas del día.

Los primeros meses y años de vida, es cuando se establecen las relaciones afectivas, los lazos que unen a los hijos con su mamá que resultan ser de suma importancia y fundamentales para su buen desarrollo y crianza.

Pero definitivamente si dentro de tus posibilidades no existe la opción de dejar el trabajo por los puntos que ya me comentaste, solo te puedo recomendar que busques la mejor opción del lugar en el que lo vas a dejar. Es importante que entres al lugar, veas las instalaciones, conozcas a las personas o enfermeras que lo cuidarán, que establezcas una especie de lazos o relación con ellas para que vayas tomando confianza.

Y claro, lo más importante es que las horas que pases con tu hijo, ya sea al salir por las tardes de la oficina o los fines de semana, sea tiempo de calidad, si puedes, recurre a alguien que te ayude con los quehaceres de la casa para que no tengas de qué preocuparte al regresar.

Lo ideal es que nada interrumpa entre ustedes esos momentos de unión y felicidad, y menos si se trata de un cesto con ropa sucia o traste por lavar. Toma las cosas con calma y con madurez para superar esta etapa y poco a poco te sentirás más tranquila. Ánimo.

ANA