Esta luna llena, luna rosa en escorpio, durante el mes de Tauro, me entretuve.  Sí, en trastes, mensajes, agenda, y mover unas cosas de aquí para allá.  Me entretuve y perdí.  Ahora perdí como quince minutos.  Me salió barato.  Pero, estoy segura de que he perdido más en las tantas veces repetidas y habituales en las que me he entretenido en completar un pendiente más.  Un pendiente más, y hoy veo la larga lista de lo que he dejado de lado por esos pendientes más.  Ratos de sueño, descanso, libros no leídos, platillos no elaborados, conversaciones profundas, tardes entre sábanas, ramos de rosas, il dolce far niente, miradas pícaras, coqueteos, amistades, oportunidades, aire fresco, insights, bailes, abrazos, besos.  Creo que la lista es aún mucho más larga.

Existen noches cuando no soporto la idea de dormirme.  Tengo la sensación de que, si duermo, me perderé de algo, un algo no identificado pero que sé que no quiero perder, que tal vez sea algo único que no se repetirá jamás.  Y así me pierdo de los sueños profundos y significativos y de la opción de trabajar con ellos cuando sea de mañana.

Es inevitable tomar decisiones y siempre ganamos y perderemos.  No podemos tener y hacer todo a la vez.  Parece que la luna llena, luna rosa en escorpio, a mí cuando menos, me ha dado una sacudida y me está preguntando si deseo reconsiderar lo que tomo y lo que suelto.  Me ha dejado con la mirada puesta en, bueno, en la nostalgia y la oportunidad de tomar y retomar la vida de otra manera, tal vez sin entretenerme tanto.