ESTIMADA ANA:
Mi mamá murió cuando yo tenía 19 años y desde entonces mi carácter cambió mucho. Soy una persona que generalmente piensa todo negativamente, a todo le encuentro el lado malo y tiendo a preocuparme en exceso por todo.

 A veces me pongo a pensar en que si mi mamá viviera, mi vida hubiera sido distinta, que no sería tan difícil y complicada como es ahora. Me siento sola, sin cariño, sin amor ni protección, pues aunque mi papá vive, es como si no existiera, entre él y yo no hay una relación de padre e hija, desde que mamá no está, nuestra relación empeoró, era ella quien nos mantenía unidos.

 He tenido algunas relaciones desde entonces pero ninguna ha funcionado, todas terminan por desgastarse debido a mis actitudes negativas ante todo. A mis casi 30 años siento que mi vida no tiene sentido.

 Estudié como la mayoría una carrera profesional. Soy licenciada pero parece que no me ha servido de nada, ya que nunca me gustó lo que estudié, solo entré a la universidad porque no tenía otra opción, era lo que todos hacían.

 Recién graduada comencé a trabajar en una empresa para hacer el servicio social y después las prácticas profesionales, pero unos años después renuncié porque no toleraba algunas situaciones que se deban internamente.

 Hasta la fecha no he podido encontrar trabajo nuevamente, ocasionalmente hago algunas traducciones y con eso me mantengo. 
Ya estoy cansada de pensar así, quiero y sé que debo de salir adelante, dejar de llorar por mi mamá y junto a mi papá salir adelante, para recuperar ese hogar que se fue perdiendo con el paso de los años, ya no deseo ser tan negativa y pesimista en mis pensamientos.

 Quisiera ser capaz de encontrar un hombre que realmente quiera estar a mi lado y yo con él, quiero ser feliz y no pelear con nadie, encontrar un trabajo en el que me sienta feliz, plena y realizada, tanto personal como profesionalmente y construir un futuro feliz.

 Gracias por escucharme, le envío muchos saludos y deseo que haya tenido un fin de semana muy bonito al lado de sus seres queridos. 

Zaira.
 
ESTIMADA ZAIRA:
Somos felices cuando valoramos nuestra vida, cuando somos congruentes entre lo que pensamos, hacemos y decimos. Es allí cuando llega la plenitud a nuestra vida. Sin embargo, le pérdida de un ser querido, especialmente de nuestra madre, siempre está acompañada de un proceso de duelo que conlleva ciertas consecuencias en nuestra salud y en nuestras actitudes.

 Perder a tu mamá es un duro golpe que afecta emocional, afectiva y psicológicamente, pero añorar aquellos años no te permitirá avanzar y realizar los ajustes necesarios en tu vida.

 Y esto no quiere decir que te olvides de ella, eso jamás sucederá, siempre vivirá en tu corazón, pero es importante para tu bienestar que aprendas a vivir la vida de hoy tu presente.

 Comienza por cambiar la forma de pensar en ti misma y cuando valores las cosas importantes de tu vida, te ayudará a superar esas emociones para que predominen los estados de ánimo positivos.

 Todo es más sencillo de lo que crees, comienza por aprender a disfrutar lo sencillo de la vida, cambia tu pensamiento y así mejorará tu estado de ánimo, así tendrás la fuerza necesaria para cambiar tu vida y sentirte a gusto con ella, es el momento de pensar y vivir el presente. ¡Ánimo!
 
ANA