Horas después de que junto a varias personas atacó un autobús lleno de peleadores que salían de un encuentro con medios previo al UFC 223 en el Barclays Center de Brooklyn, Conor McGregor finalmente se entregó a la Policía, según le dijo un portavoz al sitio USA TODAY Sports.

McGregor, que fue etiquetado como buscado por la policía luego del incidente, no ha sido acusado inmediatamente de ningún delito y el portavoz de la policía de Nueva York, George Tsourovakas, dijo que la investigación está en curso.

McGregor, el campeón ligero de UFC y la estrella más grande de las artes marciales mixtas, fue visto en video lanzando objetos en un autobús que salía de la arena hacia un hotel de la zona al concluir el día de los medios de UFC 223. La policía dijo que McGregor y otros 10 "se enojaron y comenzaron a tirar varios artículos, dañando las unidades".

Los luchadores Michael Chiesa resultó con lesiones faciales, y Ray Borg tuco una lesión en el ojo. Ambos tendrán que abandonar sus peleas como resultado del ataque. El presidente de UFC, Dana White, también echó a Artem Lobov de la tarjeta debido a su participación en el incidente con McGregor.

"Esta es la cosa más desagradable que ha sucedido en la historia de la compañía", dijo White. 

En un comunicado, el UFC calificó el incidente como "completamente inaceptable y actualmente está trabajando en las consecuencias que seguirán".

Rick Little, el entrenador de Chiesa, le dijo a MMAjunkie que Chiesa resultó con "cortes" de cristales rotos. 

"Conor golpeó al vehículo en su afán por buscar a Khabib (Nurmagomedov)", dijo Little, que estaba en el autobús. "Un millón de guardias de seguridad tuvieron que contenerlo. Mike resulto con heridas. Seguramente resultó con varias herdias".

Mcgregor no ha emitido algún comunicado del altercado.