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Mayra Hernández Ríos; pintando a Van Gogh
Imagine tener que pintar los 65 mil cuadros de una película a mano. No es un trabajo nada sencillo, se puede uno pasar meses enteros en una sola toma. Este es el gran logro técnico de la película “Loving Vincent” (“Cartas de Van Gogh”), una cinta para la que los directores Dorota Kobiela y Hugh Welchman contrataron a 115 artistas de todo el mundo. Su idea era filmar todo con actores reales y posteriormente pintar la cinta con técnica similar a la de Vincent Van Gogh. Entre las personas que trabajaron en esta descomunal labor, está la mexicana Mayra Hernández Ríos, quien platicó con VANGUARDIA sobre su experiencia en este proyecto.
Ríos estudió animación en Reino Unido y antes de trabajar en “Loving Vincent”, justo había realizado pinturas en movimiento similares: El video “Beautiful Girl” del grupo mexicano Triciclo Circus Band, que hizo con oleo sobre vidrio, así como el corto “Separate Lives”, que estuvo nominado al New Talent Award en los premios BAFTA Scotland 2015.
Fue por ello que se sintió confiada de que la elegirían para participar en este homenaje cinematográfico que cuenta sobre la vida y muerte del pintor.
-¿Cuáles fueron los retos de trabajar en la primer película pintada a mano?-
“Principalmente la paciencia. Porque tienes que estar trabajando en una misma toma por al menos un mes. La toma del inicio no la trabajé yo, pero se tardaron seis meses entre tres artistas. Es un proceso que es muy lento. También toda tu ropa se vuelve inservible. También tener el estilo de Van Gogh, yo nunca había utilizado pintura tan gruesa, tener ese estilo más espontáneo y más expresivo fue un reto”.
-¿Era difícil coordinarse entre más de 100 artistas?-
“Hasta eso no. Para mí no fue difícil porque ellos (los directores) ya lo habían planeado todo muy bien, entonces estaba muy bien organizado. Sí nos respondían rápido. La primer pintura la tenía que aprobar la directora, pero nos respondía muy rápido. Lo que más les tomó tiempo fue la planeación, conseguir los fondos y todo eso. Como es algo que nunca se había hecho, fue difícil para ellos que las personas confiaran que iba a salir bien. La parte de producción fue más fácil”.
-¿Tenías que hacer algo idéntico a lo que Van Gogh hacía o podías meter tu estilo?-
“A veces era como imaginado, tú lo tenías que hacer basándote en las pinturas, sobre todo los fondos o movimientos del actor. Tú vas pintando, pero intentando pensar cómo lo hubiera hecho Van Gogh, replicar su estilo. Él no ha hecho muchas de las cosas que están en la película, pero nosotros imaginamos y creamos. Hay fondos donde no se tenía la pintura, sin embargo, teníamos varias reseñas de sus pinturas e imaginábamos cómo lo habría pintado él”.
-¿Qué pensaste cuando descubriste los planes para crear un largometraje pintado?-
“Como estaba haciendo algo muy similar dije, ‘estoy segura de que me quieren a mí, estoy segura de que si ven mi trabajo me van a llamar’. Sobre todo como es de Van Gogh, pintado a mano, para mí era como un sueño y de verdad quería estar ahí, lo anhelaba mucho. Justamente el año anterior había ido a un museo en Holanda para saber más sobre Van Gogh y ver sus pinturas en vivo y no me imaginaba que el año siguiente estaría trabajando en un largometraje sobre él”.
-¿Qué dimensiones crees que le aporta el elemento de la pintura a la película?-
“Como dicen los directores, la historia se cuenta a través de los cuadros de Van Gogh. Hubiera sido muy diferente algo digital. Él trabajó con óleo, esto es un intento de que sean los cuadros de Van Gogh los que hablan. En muchos sentidos, tanto en pintura, que es a lo que él se dedicaba, tanto en el cine, que son los cuadros los que están formando la historia, es así como se da la narrativa. Le aporta una dimensión más cercana a Van Gogh”.
-¿Sentías presión por estar recreando el estilo y las pinturas de alguien tan grande?-
“Sí, claro. En sí era una producción pequeña que no contaba con tantos recursos, por lo que la mayoría de nosotros trabajaba por amor al proyecto y por amor a Van Gogh. Pero creo que todos nosotros sentíamos como cierta presión de hacerlo bien. Los pintores se toman más tiempo en sus cuadros, son más detallistas, pero sí queríamos que saliera bien y le pusimos mucho esfuerzo”.
-¿Cambió de alguna forma tu percepción de Van Gogh luego de este proyecto?-
“Es maravilloso. También conocer, por ejemplo, a la directora y ese interés tan profundo que tenía por Vincent. Cómo la inspiraba a ella y conocer más sobre la vida de Vincent, sus pensamientos, su forma de sentir. Creo que es muy motivante para muchos de nosotros, tanto artistas como no artistas. Él hacía las cosas por amor más que por reconocimiento”.
-¿Tus pinturas favoritas de él?-
“‘El Segador…’ con el sol metiéndose, ‘Los Cipreses’ y ‘La Noche Estrellada’, son de mis favoritas”.
-¿Qué sentiste cuando la viste?-
“Verla entre nosotros fue fabuloso, ver nuestro trabajo en movimiento”.
-¿Cuántas veces la has visto?-
“Llevo como seis y espero llevar más”.
> ‘Cartas a Van Gogh’ es la primera película pintada a mano.
> Se encuentra en las salas de Cinemex en Saltillo.
> Mayra Hernández Ríos es la única artista mexicana que participó en el proyecto.
> Está dirigida por Dorota Kobiela y Hugh Welchman.