Mató a su novia, abusó de su hijastra de 15 años, luego se ahorcó; ella lo quería dejar
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Mató a su novia, abusó de su hijastra de 15 años, luego se ahorcó; ella lo quería dejar
Reino Unido. Un horrendo caso de feminicidio conmocionó a la población de Newry, Irlanda del Norte, cuando un obrero escocés identificado como Russell Steele mató a su novia, después abusó sexualmente y estranguló a la hija de 15 años de esta, y acabó suicidándose en la escena del crimen.
Los cuerpos de la madre y su hija, llamadas Giselle Marimon, de 37 años, y A.M, de solo 15, fueron descubiertos por la Policía en su departamento el 7 de marzo de 2019, al lado se encontró el cadáver de Russell Steele. Los tres había sido reportados como desaparecidos.
El forense Joe McCrisken precisó que la madre, Giselle, murió de asfixia y sofocación, mientras que su hija, Allison, falleció por estrangulamiento manual y sofocación. El perro chihuahua también lo encontraron sin vida.
En el informe forense no se logró determinar si la mujer, de 37 años, fue abusada sexualmente; sin embargo, el cuerpo de su hija arrojó rastros de haber sido violada por su padrastro. Se descubrió que Russell Steele murió por asfixia y que tenía la intención de acabar con su vida.
En el cadáver del feminicida se encontró ropa interior de mujer rasgada en el bolsillo de su pantalón que probablemente era de Giselle, así como rastros que sugieren que había pensado en huir de la casa, pero al final decidió quitarse la vida en la misma escena del crimen.
El tribunal escuchó que Giselle se mudó a Irlanda del Norte en 2016 tras separarse de su esposo portugués, y su hija se le unió en 2017. Asimismo, la hermana contó que la víctima le aseguró que Russel era “controlador” y que quería terminar con él.
Tras la revisión de conversaciones entre Giselle y Russel, las autoridades llegaron a la conclusión que la pareja había discutido y que la mujer había intentado terminar la relación sentimental.
Por otro lado, Russel Steele, cuya ex esposa manifestó que había luchado contra su adicción a la heroína, tenía un historial de crímenes violentos, por lo que le tocó pasar ocho meses en prisión.
“El asesinato de Giselle Marimon y su hija de 15 años, Allison, fue brutal”, mencionó dijo el juez en Irlanda.