Más que de seguridad, la violación es un problema de valores: maestra de la UAdeC
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Más que de seguridad, la violación es un problema de valores: maestra de la UAdeC
A pesar de que el Estado redoble esfuerzos en materia de seguridad para combatir violaciones, los ataques no cederían debido a que representan más un problema de educación y valores.
Así lo dio a conocer la M.C. Karla Patricia Valdés, directora de la Escuela de Psicología de la UAdeC, en entrevista para este medio.
Ayer la titular de la Secretaría de las Mujeres informó que en el 78 por ciento de las violaciones ocurridas en Coahuila son realizadas por un conocido o dentro de la familia.
“Lo cual representa un problemas aún mayor que cuando son actos violentos por parte de un desconocido, esto debido a que en estos casos se transgrede la confianza en el círculo familiar”, dijo.
El bajo índice de denuncias en estos casos se debe a que los padres de la víctima en muchas ocasiones dan más peso a la lealtad y al miedo que a denunciar a sus conocidos.
El hecho de que sea en la Zona Norte y Laguna de Coahuila donde se reporten más violaciones podría deberse a la industrialización, ya que mientras las ciudades sean más industriales es más común presenciar agresiones de esta índole, compartió la Karla Patricia.
Aunque el Gobierno acentúe la presencia de policías o construya más cárceles, ésta no sería la solución a la problemática. “No es tanto una situación de seguridad… es de educación en valores, formación, respeto”, declaró Valdés.
En la educación estaría la estrategia idónea para combatir la creciente. La formación de valores, pensamientos y conductas cívicas, éticas para los niños haría que los niños generen conductas prosociales, actuando hacia el futuro.
Una víctima de violación sí puede recuperarse, todo depende de la ayuda que reciba, el momento en que lo haga y la disposición que tenga para salir adelante, para que la agresión sea un hecho más (aunque complicado y difícil) en su vida, afirmó.
Además, informó que en la Escuela de Psicología se trabaja dejar de “victimizar” a la víctima, es decir, cambiar la percepción de la persona perjudicada, para mejorar el concepto que tenga sobre sí misma en el presente y para un futuro mejor.
En Coahuila las violaciones se incrementaron un 210 por ciento en 2016, con respecto al mismo periodo —de enero a julio— del año anterior, por lo que el problema se vuelve alarmante.