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Más plástico que peces en el mar, predicción para el 2050
Hace unos pocos meses, se dio a conocer que una ballena había muerto en Tailandia por comer 80 bolsas de plástico. Dicho país, es uno de los mayores consumidores de bolsas de plástico, cuya vida útil es de apenas un cuarto de hora. No es de extrañarse que cada año sean la causa de muerte de centenares de criaturas marinas.
Este no es un caso aislado, pues millones de animales en el mundo mueren cada año debido a los restos de plástico desechados por el hombre. El plástico transporta especies invasoras y provoca problemas de enredado, ingestión y estrangulamiento a muchas especies marinas. Hay constancia de que afecta a cerca de 700 especies, algunas en peligro de extinción.
Desde bolsas hasta botellas, la basura aumenta cada año y mundialmente, se recicla menos de una quinta parte del plástico que se produce. Se espera que en 2018 se produzcan 350 millones de toneladas de plástico en todo el mundo y se proyecta que en los océanos habrá más plástico que peces para el año 2050.
En torno al 40% de los más de 407 millones de toneladas de plástico que se producen al año es desechable, y buena parte de él se usa en envases diseñados para tirarse a la basura a los pocos minutos de adquirirse.
El plástico es un material muy duradero, con una longevidad potencial de siglos. No se biodegrada, sino que se fotodegrada con la luz solar, desintegrándose en trozos cada vez más pequeños, que atraen a las toxinas y metales pesados a medida que viajan sobre las mareas. Nadie sabe cuánto plástico sin reciclar termina en el mar, el depósito final de la basura del planeta.
Algunos estudios recientes muestran que el plástico degradable puede atraer peces y aves marinas y terminar en la cadena alimentaria. Si bien aún no se conocen los efectos completos de esto, los científicos temen que pueda conducir a desnutrición y otros problemas.
La cineasta Jo Ruxton y su equipo visitaron docenas de locaciones sin escapar de la plaga del plástico. La encontraron en el lecho del mar Mediterráneo, en las costas de Bermuda y en la isla de Lord Howe en el mar de Tasmania, patrimonio mundial que se ha visto gravemente afectado.
"Siempre encontrábamos pichones muertos", dice Ruxton de la isla Howe. "Abrimos 10 y sus estómagos estaban tan lleno de plástico que estaban hinchados... Estas aves se estaban muriendo de hambre con sus estómagos totalmente llenos".
Hace poco, se dio a conocer que los plásticos han llegado a lugares tan lejanos como la Antártida, según confirmaron investigadores de Greenpeace.
Los científicos han revelado sobre todo la presencia de los llamados micro plásticos, que son los más dañinos para la fauna y el ambiente, llamando al fenómeno: “la contaminación permanente”.
Especies marinas de todos los tamaños, desde el zooplancton hasta las ballenas, están ingiriendo microplásticos, que es como se conoce a los fragmentos de menos de cinco milímetros.
El reporte es muy preocupante, pues tampoco las regiones más remotas están inmunes de la contaminación provocada por el hombre.
Con información de República, Los Angeles Times, Milenio, CNN, National Geographic