Hace unos días, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador adelantó que esta semana que viene iniciará la campaña de vacunación contra el COVID-19 para inocular a los adultos mayores de 60 años y más.

Lo anterior debido a que, afirmó, el día de hoy llegará un embarque de dosis de la vacuna de AstraZeneca procedente de la India, además de que la farmacéutica Pfizer reanudará la entrega de biológicos.

Sin embargo, después del programa de vacunación a personal médico, hay más interrogantes que certezas. Para empezar, hay más de 12 millones de personas por encima de 60 años en el País, según el Censo del Inegi. Y hasta el momento desconocemos cuántas personas se han registrado en la plataforma del Gobierno Federal.

A propósito del Censo del Inegi, ¿qué hay, por ejemplo, de los hogares mexicanos que no tienen acceso a internet y no pudieron registrarse o que no tienen ni siquiera una computadora?

El gobierno mexicano tendría que haber informado el avance en los registros. Informar los estados con más registros y menos registros. Sabemos, y lo leímos en redes sociales, cómo muchas familias contaban que ya habían registrado a sus papás o abuelos. Pero ¿qué hay con quienes no tienen esos hijos o nietos que les ayuden? O quizá los tienen, pero no el acceso a una computadora o internet. ¿Hubo alguna estrategia alterna de registro ante un posible impedimento de muchas personas?

Tampoco están listas las sedes para la vacunación. En la semana, el Jefe de la Jurisdicción Sanitaria VI, Juan Pérez Ortega, confirmó que el gobierno de Coahuila y la Secretaría de Salud ya revisaban las que podrían ser las sedes para la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 a las personas de 60 años y más.

Mencionó que personal del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) estuvo en La Laguna para ver las posibles sedes. Sin embargo, es fecha que todavía desconocemos dónde se aplicarán. Añadió que se analizaban más de 20 sedes, pero ¿qué pasará si esa sede es lejana para algunos? ¿Qué hay de los adultos mayores que viven en localidades rurales?

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dijo que se les comunicaría a las personas el lugar y día donde tendrían que acudir. ¿Y qué hay de quienes no tienen acceso a teléfono o, como ya se dijo, a una computadora para recibir el correo?

¿Qué hay de las personas con alguna discapacidad, como debilidad visual, auditiva, parálisis de algún tipo o quienes están postrados en cama por alguna enfermedad? ¿Hay algún plan de vacunación para esa población vulnerable?

AL TIRO

En el país hay más de 12 millones de personas por encima de los 60 años, según el Inegi. A unas horas de la promesa del Presidente de iniciar el proceso de vacunación a este sector de la población, no se sabe cómo ni cuántos ni dónde se vacunarán.

¿Cuántos ya se registraron? Porque seguro muchos dudan de ponerse la vacuna. ¿Cuántos tiene acceso a internet para registrarse? Porque en el País hay más de 16 millones de viviendas sin internet, según el Inegi.

En Coahuila hay más de 348 mil personas arriba de 60 años, pero Reyes Flores Hurtado, flamante delegado del Gobierno Federal en Coahuila, no ha dicho tampoco nada sobre avances o registros. Estaría bien que el delegado informara sobre cuántos adultos mayores se han inscrito en la entidad, cuáles serán las sedes y muchas otras interrogantes. ¿O será como la entrega de las pensiones donde los recoge algún taxi, los lleva a alguna escuela y esperan sentados a que les entreguen el dinero?

Ante la falta de información, los atropellos en la vacunación de personal médico –que por cierto en algunos estados todavía no termina– hay más interrogantes que certezas. Ya lo contaremos.