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Más de mil deportistas rusos se doparon entre los años 2011 y 2015
Más de mil deportistas rusos formaron parte de una extensa política de doping de Estado entre los años 2011 y 2015, según aseguró hoy en Londres el abogado Richard McLaren en la presentación de la segunda parte de la investigación que el encargó la Agencia Mundial Antidoping (AMA).
Los atletas se doparon de forma individual o "se aprovecharon del encubrimiento y la manipulación sistemáticos y centralizados del proceso de control antidoping", advirtió el canadiense.
En la primera de las 95 páginas del informe elaborado por el jurista norteamericano se habla de una "conspiración institucional" que funcionó en el deporte de verano, de invierno o paralímpico.
Los deportistas colaboraron en la manipulación de los tests con funcionarios del Ministerio de Deportes e instituciones adyacentes como el laboratorio de control de Moscú y los servicios secretos del FSB.
El informe asegura que hay también pruebas de que muestras de controles antidoping de 12 medallistas olímpicos de los Juegos de invierno de Sochi 2014 fueron manipuladas. Entre estos casos hay cuatro campeones.
El texto respalda la acusación que el doping en Rusia tuvo lugar en "una extensión sin parangón". "El equipo ruso corrompió los Juegos de Londres de una manera que nunca se había dado. Y la medida exacta nunca será conocida del todo", dijo McLaren.
Los investigadores alegan haber realizado numerosas entrevistas con testigos, así como haber analizado bases de datos, emails y más de 4.000 documentos excel. Y aún así creen que los descubrimientos son solo la punta del iceberg.
"El dibujo no está aún completo. Sólo tuvimos acceso a una pequeña parte de los datos y del material de prueba que probablemente existe", advirtió McLaren en la conferencia de prensa que dio en el hotel St. Pancras de Londres.
En la primera parte de su informe, presentada el 18 de julio, McLaren denunció que el servicio secreto ruso FSB también estuvo involucrado en el encubrimiento de los positivos en los Juegos invernales de Sochi.
Entonces, el canadiense tuvo sólo 57 días para realizar su investigación. Esta vez gozó de más tiempo. En julio aseguró que entre 2012 y 2015 desaparecieron alrededor de 650 muestras positivas de deportistas rusos en unas 30 disciplinas.
Antes de la presentación de la segunda parte de la investigación, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, pidió cautela y que no se extrajeran conclusiones precipitadas. El alemán insistió en que se castigue de manera selectiva a los responsables del sistema de doping, sean atletas, entrenadores o dirigentes.
"No querría ver nunca a una persona así en unos Juegos Olímpicos", dijo Bach, que repitió su deseo de que las infracciones graves conduzcan a una exclusión de por vida de los Juegos.
Cuando se publicó la primera parte del informe McLaren, tres semanas antes del inicio de los Juegos de Río de Janeiro, el COI derivó a las federaciones internacionales la responsabilidad de determinar caso por caso qué deportistas rusos debían ser suspendidos.
La tarea fue realizada a regañadientes y al final unos 280 atletas rusos recibieron permiso para participar en Brasil. Y cuando los Juegos ya habían empezado, la Corte Arbitral del Deporte todavía tuvo que derimir casos de deportistas que recurrían sus exclusión.
Entre tanto, el COI ha establecido dos comisiones para estudiar las acusaciones de doping de Estado y manipulación de muestras en Rusia durante los Juegos de Sochi. Eso prometió a la AMA una inyección financiera de 500,000 dólares para las nuevas investigaciones de McLaren.