Por: Luis Carlos Plata

Luego de tres meses evadiendo los plazos legales de acceso a la información con triquiñuelas, el pasado 21 de septiembre al fin entregó el Ayuntamiento de Saltillo a quien esto escribe un supuesto contrato de prestación de servicios que firmó con “Los Escritorzuelos S.C.” el 24 de marzo de 2015.
El asunto es importante por una razón: el documento confirma que se trató de un burdo e injustificable saqueo al erario de 3 millones 828 mil pesos, como se publicó en este mismo espacio el 5 de julio.
No es la cifra lo que llama la atención, sino el descaro. Y el caso en sí mismo representa un manual de malas prácticas gubernamentales. Si es desconocido para usted, a vuelapluma explico los antecedentes.
Mediante dos facturas a nombre de “Los Escritorzuelos S.C.”, cobradas el 9 de abril y 21 de mayo respectivamente, alguien sacó en total 3 millones 828 mil pesos de la Presidencia Municipal. Cabe señalar que los comprobantes fiscales fueron liquidados con una rapidez inaudita: el mismo día de su presentación para cobro, cuando en circunstancias normales la Tesorería tarda 60 días en depositar a los proveedores. Así lo advierte incluso en las licitaciones públicas.
Pero ahí no acaba el asunto: “la encuesta-censo” de 25 reactivos que ‘compró’ el Ayuntamiento (en poder de quien esto escribe) no cumple con los criterios mínimos de carácter científico. Es, más bien, una copia de cuestionarios aplicados por el INEGI. Y “Los Escritorzuelos S.C.” no realizan sondeos de opinión, sino comedia, aunque los definan en el contrato como “una persona moral dedicada a prestar servicios de encuestas, bases de datos, censos demográficos y socioeconómicos”.
Y al haber levantado la hipotética “encuesta-censo” en plena campaña electoral, del 6 de abril al 21 de mayo, el Municipio debió informar al INE. Pero no lo hizo.
Ahora bien, ¿qué necesidad había de contratar un censo?; ¿no bastaba con pedir los datos requeridos al INEGI a través de un convenio gratuito de colaboración entre dos entidades públicas?
Por si fuera poco, no hay registro de que “Los Escritorzuelos S.C.” hayan realizado un trabajo de tales características en otra ciudad, con otro Gobierno. Tampoco aparecen inscritos para tal efecto en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, en el DF.
Por lo demás, el tema está vivo. Apenas el 2 de septiembre la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación acordó agotar todos los medios legales para ubicar “a la brevedad” al representante de “Los Escritorzuelos S.C.”, pues existe una denuncia en su contra “por la contratación de encuestas” (con fecha 30 de julio, clave JL/PE/TVP/JL/COA/PEF/1/2015) y “no fue posible su localización” para que se presente a una audiencia de pruebas y alegatos.
La queja, cabe señalar, menciona también al Secretario Técnico, Juan Pablo Valdez, como responsable de la contratación, y al Tesorero, Adrián Ortiz, por facilitar los recursos.
Pero hay un párrafo del expediente SRE-CA-440/2015 que demuestra la simulación de actos jurídicos en que incurrió el Municipio: al acudir un notificador del INE al domicilio fiscal de “Los Escritorzuelos S.C.”, y preguntar por “Juan Carlos Bautista Jacobo”, apoderado legal, le informan “que dicha empresa tenía como un año y medio de ya no rentar sus oficinas en ese inmueble”.
El Ayuntamiento de Saltillo, por tanto, hizo tratos con un fantasma y le ‘pagó’ casi cuatro millones de pesos.

Cortita y al pie
Aún hay más inconsistencias en el caso. Como representante legal de “Los Escritorzuelos S.C.” aparece en el contrato la firma de “Juan Carlos Bautista Jacobo”, un Licenciado en Informática que trabaja para la Asociación Civil “Cenefes” (Centro para el Fomento de la Educación y Salud de los Operarios del Transporte Público de la Ciudad de México A.C.). A él pagó 29 mil pesos en 2013 y 45 mil pesos en 2014 el Gobierno del Distrito Federal “para la actualización de los padrones de contribuyentes, así como estrategias para la pronta recuperación de créditos fiscales”. 
¿Y de Saltillo, en cambio, se llevó casi cuatro millones de pesos por una encuesta?
Ajá.

La última y nos vamos
¿Que ya no es noticia el affaire con “Los Escritorzuelos S.C.”?, ¿que ya no debemos mencionar el tema, so pena de volvernos machacones y cansinos ante la opinión pública?
Al contrario, hay que decirlo con todas sus letras: se trata de un desfalco, y debe ser esclarecido. Sólo así habrá más probabilidades de que no vuelva a ocurrir. 
Mientras tanto, impune, campea la corrupción en la Presidencia Municipal de Saltillo.

@luiscarlosplata