Trascendió en días anteriores, que Javier Guerrero llegó ya a cien mil firmas en apoyo a su registro como candidato al gobierno del estado. Faltan diez días para que termine el plazo, significa que este candidato independiente puede llegar a la cantidad de ciento cincuenta mil votos, por lo menos. Es decir cinco veces el requisito establecido por las reglas electorales que piden poco más de treinta mil firmas, cifra que representa aproximadamente el 3%, si asumimos que el padrón actual es similar al de las últimas elecciones en Coahuila.  

En procesos políticos, las comparaciones regionales son muy limitadas para establecer pautas o tendencias, pero en algo ayudan. El año pasado se celebraron los comicios para elegir gobernador en Nuevo León. El ganador fue Jaime Rodríguez, “el Bronco”, quien participó como independiente. El límite de firmas requerido por las leyes neolonesas fue de cien mil firmas, alrededor del 3% de la lista nominal. EL bronco logró reunir 394 mil firmas para obtener su registro, es decir casi cuatro veces más que la cantidad establecida. Y a la postre ganó con el 48% de los votos emitidos. 

A lo anterior habría que agregar que las condiciones políticas son diferentes en las dos entidades. Antes de los comicios en el vecino Estado no existía un rechazo tan contundente a los gobiernos priístas. Los resultados en el país fueron desastrosos en estas intermedias; en particular, en Nuevo León el gobierno de Rodrigo Medina no estaba tan desprestigiado como ahora el moreirato en nuestra entidad. Para resumir la reflexión, los votantes no estaban tan enojados como ahora contra la política económica, los gasolinazos y las denuncias locales y nacionales de corrupción, factores que conjuran contra la paciencia ciudadana y por ende alimentan el voto de castigo.     

Lo no resuelto es hacia dónde se dirigirá este voto antiPRI. 

La última y nos vamos

A su paso por los municipios laguneros, el candidato independiente empezó a endurecer el discurso, actitud que sus simpatizantes reclamaban. Activo que no estaba aún en la lista de sus ventajas; sin embargo, su postura respetuosa y alejada de discursos incendiarios le acarreó dividendos en la carrera política. A partir de marzo la pelea electoral será más agresiva, es de esperarse que la alianza opositora, Morena, el PRD y el PT se sumarán a las condenas del gobierno de los hermanos, aunque esos señalamientos tendrán menos receptividad entre los sufridos coahuilenses, porque con excepción de Lenin, que no es el candidato, las voces de Anaya,  Thelma, y José Ángel no causarán el mismo efecto por aquello de las complicidades.    

La querella infinita 
Mario Valencia Hernández
mvalehe@yahoo.com.mx