Más control
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El 6 de enero pasado los inversionistas más importantes de Apple –entre ellos Jana Partners LLC– publicaron una carta solicitando a la compañía una investigación profunda sobre los efectos negativos de la adicción del iPhone entre niños y adolescentes. La carta dice: “Hemos revisado las pruebas, creemos que hay una clara necesidad de que Apple ofrezca a los padres más opciones y herramientas para ayudarles, a garantizar, que los consumidores jóvenes utilicen sus productos de manera óptima y saludable”. Reconocen que hay evidencia de los efectos negativos de un exceso de uso de la tecnología y, específicamente, de los celulares inteligentes. En la carta mencionan los siguientes estudios:
1.- Un estudio –realizado recientemente por el Centro de Medios de Comunicación y Salud Infantil junto con la Universidad de Alberta– descubrió que el 67 por ciento de los más de 2 mil 300 docentes encuestados observó que el número de estudiantes que están distraídos negativamente por las tecnologías digitales en el aula está creciendo, mientras el 75 por ciento dice que la capacidad de los estudiantes para enfocarse en tareas educativas ha disminuido.
2.- En los últimos 3 a 5 años, desde que las tecnologías personales han entrado en el aula, el 90 por ciento indicó que el número de estudiantes con problemas emocionales ha aumentado y el 86 por ciento dijo que el número con desafíos sociales ha incrementado.
3.- Un maestro de secundaria señaló que: “veo a los jóvenes que solían salir a almorzar y participar en actividades físicas y socialización. Hoy, muchos de nuestros estudiantes se sientan toda la hora del almuerzo y juegan en sus dispositivos personales”.
4.- La investigación del profesor Twenge demuestra que los adolescentes de los Estados Unidos que pasan 3 horas por día o más en dispositivos electrónicos son 35 por ciento más probables de caer en el suicidio, mientras el factor de riesgo se incrementa en aquellos que pasan cinco horas o más, con 75 por ciento de probabilidades, que aquellos que pasan menos de una hora.
5.- Los alumnos de segundo de secundaria, usuarios pesados de los medios sociales, tienen un 27 por ciento más de riesgo de depresión, mientras que aquellos que exceden el tiempo promedio dedicado a practicar deportes –salir con amigos en persona o hacer la tarea– tienen un riesgo significativamente menor.
6.- Los adolescentes que pasan 5 o más horas al día –versus menos de 1– en dispositivos electrónicos son 51 por ciento más propensos a recibir menos de 7 horas de sueño.
7.- Un estudio realizado por investigadores de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) demostró que después de cinco días en un campamento –al aire libre y sin dispositivos– los niños realizaban mucho mejor las pruebas de empatía que un grupo de control.
Me da mucho gusto la preocupación que tienen los dueños de la tecnología sobre las consecuencias en la juventud, pero los padres tienen la responsabilidad final sobre sus hijos. ¿Qué pueden hacer las compañías de celulares para prevenir la adicción si los niños reciben su primer teléfono inteligente a los 10 años?
¿Qué pueden hacer si los padres no tienen horarios y reglas en el uso del celular? Mis estudiantes universitarios pasan más de siete horas al día en él, más del 70 por ciento lo revisa cada 10 minutos y más del 40 por ciento reportan sentirse “adictas” a sus teléfonos y redes sociales.
Debemos saber que, los expertos en tecnología y aplicaciones, cada vez buscan mejores formas para crear mayor dependencia entre los niños y jóvenes porque son la fuente de su ingreso económico. Somos los padres quienes tenemos la primera responsabilidad de vigilar y controlar su uso en casa y fuera de ella.
Tengamos horarios de su uso en el día y noche, y reglas en comidas y visitas familiares. Los adultos debemos ser ejemplo. Observo con tristeza a niños con necesidad de interacción con sus padres, pero no pueden porque son éstos los que están conectados.
@jesusamayaguerr