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Mario, el niño migrante, regresa a su país
Con apenas 12 años, Mario se volvió un símbolo de la Varavana Mirante al tratar de cruzar la frontera de Guatemala con México.
El menor de edad escapó de su casa en San Pedro Sula, Honduras el pasado 13 de octubre con la esperanza de llegar a los Estados Unidos y estudiar.
Sólo y sin dinero, fue su esfuerzo lo que le permitió llegar hasta el puente fronterizo Rodolfo Robles, donde se vio atrapado entre otros migrantes que trataron de ingresar a la fuerza al país y fueron contenidos por la Policía Federal con gas lacrimogeno. Fue su imagen con los ojos llorosos en medio del tumulto que huía por el gas la que le dio la vuelta al mundo.
El INM aseguró al pequeño durante el tumulto y el pasado jueves fue repatriado a su país, donde vive en la pobreza y el miedo de ser asesinado por pandilleros.
El niño no iba a la escuela, vendía agua helada o chicles en Las Torres, uno de los asentamientos más pobres de San Pedro Sula.
Sus padres, Jose Mario y Dilsia, no notaron su ausencia hasta que ya estaba lejos y no han podido reunirse con él.
Las autoridades lo mantienen retenido a petición de la priemra dama de Honduras, ana García, quien desea se determinen primero las condiciones de vida de su familia para poder ver "qué oportunidades podrá brindarle el gobierno para seguir adelante".
Con información de El Universal