Calor y cumbia. Los músicos se ganan la vida tocando en lugares públicos de distintas partes de la República Mexicana. JESÚS PEÑA
A ritmo de cumbia, danza o cha-cha-cha, la orquesta callejera recorre el país para así también ganarse la vida

El ambiente llegó a la ya de por sí ambientada Plaza Acuña, el pasado fin de semana con un grupo de marimberos que se apostó delante de un local cerrado, junto a una carnicería, en la calle de Narciso Mendoza.

Se llama Marimba Versátil Celayense, seis músicos de diferentes estados del país, Veracruz, Guanajuato y el Estado de México, que recorren la República Mexicana, alegrando, dicen ellos, a la gente en esta contingencia a causa del CIVID-19.

Salieron de Celaya, pasaron por Dolores Hidalgo, Guanajuato, de Dolores se fueron a Matehuala y de Matehuala se dejaron caer por Saltillo.

“Ahorita ya sea que vayamos para Laredo o para Monterrey”, dice José de Jesús Ramírez, el director.

 

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Al mediodía del sábado los golpes de la marimba, a ritmo de cumbia, resonaron en las inmediaciones del Mercado Juárez, frente al pasaje Damián Carmona que bullía de gente: niños, ancianos, morras, ñoras, de todo… pese a la contingencia sanitaria.

“Tocamos un poquito de todo, cumbia, danzón cha-cha–cha, corrido, rock and roll…”, detalla.

Al tiempo que uno de los artistas de esta orquesta callejera se atraviesa con su güiro al paso de los transeúntes para solicitar una moneda.

La verdad es que, dice José, la han pasado “apretadito”, por la crisis que ha generado el COVID-19, pero ora sí que ái la llevan… 

Que estarán en Saltillo unos días, contagiando con sus sones pegajosos a los paseantes de la emblemática Plaza Manuel Acuña, mientras no aparezcan los inspectores del Municipio y los manden con su música pa otro lado.

“Hasta la fecha no nos han dicho nada, quién sabe más al rato…”, suelta José.