Marcha en Saltillo la Caravana Internacional de Búsqueda de Desaparecidos

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Marcha en Saltillo la Caravana Internacional de Búsqueda de Desaparecidos

Visita. El obispo Raúl Vera López participó en la marcha de la Caravana Internacional de Búsqueda en Vida de Desaparecidos. Foto: Vanguardia/Omar Saucedo
Tras 20 minutos de consignas y voces quebrantadas, la lluvia con sol prodigiosa de la ciudad cayó irreverente sobre el contingente de manifestantes; sin embargo la marcha, en la que también participó el obispo de Saltillo no se detuvo, y por el contrario, dijeron que “Ni la lluvia ni el viento, detiene al movimiento”

“El círculo se cierra hasta encontrarlos”, bajo esa consigna retumbó el eco de los familiares de personas desaparecidas que llegaron a la ciudad con la primera Caravana Internacional de Búsqueda en Vida de Desaparecidos, compuesta por 25 colectivos de 12 estados de la República.

Muy temprano llegaron de Torreón los camiones que abordó el contingente de más de 250 personas que conformaron este evento. El Obispado de la Diócesis de Saltillo recibió al contingente con desayuno y una misa oficiada por el obispo Fray Raúl Vera López. 

En punto de las 17:00 horas, los colectivos fueron arribando uno a uno a la Plaza de Armas con pancartas de protesta o en su mayoría con la fotografía plasmada en una lona, del familiar que llevan años buscando y de los cuales aseguran no se ha recibido respuesta del paradero por parte de las autoridades desde el día de la denuncia.

Algunos reclaman que los expedientes ni siquiera han sido abiertos y se encuentran llenos de polvo entre los anaqueles de la Procuraduría.  

Bajo un sol intenso y 30 grados de temperatura, las diferentes organizaciones empezaron a formarse en 4 líneas para partir con la marcha a un costado del Palacio de Gobierno por la calle Juárez hasta llegar a la de Victoria.

Esperanza. La caravana recorrió las calles del centro. Foto: Vanguardia/Omar Saucedo

Al grito de “¿Dónde están, dónde están? nuestros hijos, ¿dónde están?”, el contingente avanzó por la calle principal del Centro Histórico, donde hicieron continuas paradas para llamar a los curiosos transeúntes a unirse a la lucha.

Tras 20 minutos de consignas y voces quebrantadas, la lluvia con sol prodigiosa de la ciudad cayó irreverente sobre el contingente de manifestantes; sin embargo la marcha, en la que también participó el obispo de Saltillo no se detuvo, y por el contrario, dijeron que “Ni la lluvia ni el viento, detiene al movimiento”.

“Abdiel, Francisco, Claudia, Thania y Arturo”, fueron algunos de los nombres que se mencionaron en el pase de lista, mientras los padres, hermanas o esposas respondían: “¡Presente!”.

John, un ciudadano estadounidense se incorporó a la caravana para realizar la búsqueda de su esposa Jenny Chenn a quien reportó como desaparecida ante las autoridades desde abril de 2016, tras no haber llegado a la cita que tenían en Cancún; la víctima fue vista por última vez a bordo de un camión de comerciantes en Oaxaca. 

Susana, de Torreón, contó que la historia comenzó en 2012 al recibir una llamada pidiendo el rescate de su hija Thania, y al no poder dar la recompensa, no volvió a recibir llamadas, pero tampoco ayuda de la Procuraduría. “La reporté a las autoridades y me dijeron que no tenían tecnología para rastrear la llamada. Pasó el tiempo y me dijeron que me enseñara a negociar. Después volví a la Procuraduría y el expediente tenía polvo. Si ha crecido el documento es porque nosotros hemos estado en la investigación; ellos no han hecho nada”, dice.

Los manifestantes cortaron su marcha frente a la Alameda de Zaragoza, y después tomaron la calle de Aldama, doblaron hacia el sur en el cruce de Allende y Aldama y terminaron en el punto de reunión inicial en la Plaza de Armas para dar algunos pronunciamientos. 

Este día, los colectivos de búsqueda realizarán sus últimas actividades en Saltillo como el reconocimiento de fotografías con los presos del Cereso Varonil y Femenil de Saltillo, la Semefo, y los archivos fotográficos de sexoservidoras del Centro de Salud Municipal, y después continuarán con las mismas actividades en Monclova, Allende, Piedras Negras.

Como parte de las actividades de la Caravana Internacional de Búsqueda de Desaparecidos en Vida que inició el viernes en Torreón; ayer los 25 colectivos se trasladaron a Saltillo donde el obispo Raúl Vera ofreció una misa y dijo estar frente a “las víctimas de la indolencia del Gobierno”.

En punto de las 13:00 horas, el jerarca católico recibió a la Caravana en la Catedral de Santiago, cuyos integrantes portaban mantas y fotografías de los familiares a quienes buscan desde hace una década.

Para dar inicio a la misa, el Obispo ofreció un mensaje eucarístico dónde explicó al resto de los asistentes la problemática de la desaparición forzada que sufre México del 2010 a la fecha, y que trae a la Caravana a una gira de búsqueda por todo el Estado.

“Aquí estamos frente a quienes están buscando no solo a sus desaparecidos, sino que México cambie”, señaló Vera. “En medio de su dolor y sufrimiento están haciendo algo muy grande por el País. Su vida corre peligro, acaba de morir alguien por buscar a su hijo. Esos canallas eligieron el 10 de mayo para matar a quien buscara justicia para su hijo”.

Dijo que durante la formación  de la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec) hubo amenazas por parte de policías y autoridades quienes recomendaban a la Iglesia que mejor fueran omitidos esos temas por parte de fray Raúl Vera; “Mejor no te metas con los desaparecidos”, le decían.

Añadió que la problemática también depende de la apatía que tiene la sociedad respecto a los afectados y de la irresponsabilidad al no oponerse a la injusticia.

“Al ver las fosas clandestinas de gente hecha pedacitos, es cuando tenemos que entender que el País está mal. Cristo nos hace fuertes para vencer a los corruptos”, expuso.

En relación a la llamada de atención que recibió por parte de las autoridades electorales, y las opiniones de políticos por dar mensajes de razonamiento electoral durante sus misas, Vera dijo que su mensaje no puede hablar únicamente de los acontecimientos de la Biblia, sino se lleva a la acción social lo que se aprende de ella.

“El Evangelio no nos habla nada más para nosotros”, explicó. “Si ya comulgamos, ahora tenemos que ver por el bien social y eso también está en nuestra participación en el gobierno al buscar paz y justicia”.