Manolo vs. Zermeño

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Manolo vs. Zermeño

Si quisiera subir al ring al alcalde de Saltillo, Manolo Jiménez contra el alcalde de Torreón, Jorge Zermeño, la pelea sin duda no la aprobaría ninguna comisión médica. Zermeño tiene 70 años y Manolo 34 años.

Pero en este Reflector subiremos al ring de la política a los alcaldes de las dos ciudades más importantes de Coahuila. ¿Qué ganchos está tirando Manolo? ¿Qué jabs lanza Zermeño? PRI vs PAN. Manolo, el alcalde priista que anda en campaña con miras al futuro, vs. Zermeño, el político que busca exprimir lo último de su vida burocrática.

¿Dos concepciones distintas de administrar? Veamos. Desmenucemos las gestiones de cada uno. Y decida usted.

El gobierno de Jiménez reportó ingresos propios por 970 millones 119 mil pesos y mil 869 millones por aportaciones federales. El de Zermeño 879 millones 78 mil pesos de ingresos propios y mil 554 millones de aportaciones. La recaudación propia de Torreón decreció 182.6 millones en comparación de 2017 y la de Saltillo disminuyó apenas 12 millones.

El gobierno de Manolo Jiménez gastó en 2018, según el Avance de Gestión Financiera del cuarto trimestre, 85 millones 582 mil 91.96 pesos en ayudas sociales. En cambio, el gobierno de Jorge Zermeño, en Torreón, gastó 47 millones 108 mil 935.86 pesos, casi 40 millones menos, en una ciudad que, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), tiene 8.7 por ciento más personas en pobreza y 1.5 por ciento más personas en pobreza extrema que Saltillo.

La nómina de Zermeño fue de 793 millones 197 mil pesos. La de Manolo de 978 millones 52 mil pesos, 184 millones más que la de Torreón.

La inversión pública reportada en Saltillo fue de 289 millones 164 mil pesos. La inversión en Torreón, 285 millones 939 mil pesos.

Las cuentas por pagar a corto plazo en Torreón pasaron de 115 millones 660 mil pesos a 243 millones 564 mil pesos y una deuda a largo plazo de 33.7 millones. El pasivo a corto plazo en Saltillo quedó en 240 millones de pesos y no reporta pasivos a largo plazo.

El municipio de Torreón gastó 45 millones en pago a asesores, mientras que el de Saltillo, 62 millones de pesos. Zermeño desembolsó 56.1 millones en comunicación social y publicidad (imagen) y Manolo 80.9 millones.

La administración de Zermeño erogó 1.8 millones en servicio de traslado y viáticos; la de Manolo, 2.8 millones de pesos.

Los números son fríos pero reveladores. ¿Dos maneras distintas de administrar? ¿O parecidas?

Hay empate técnico en las deudas a corto plazo y la inversión pública. Deben e invierten cifras similares. Manolo aventaja en mayores ingresos de gestión (Saltillo tiene estadísticamente 100 mil habitantes más), pero Zermeño fue más austero en el gasto en ayudas sociales, en la nómina, en la contratación de asesores y en publicidad e imagen.

En los dos primeros meses de 2019, según estados financieros mensuales de Torreón, la administración de Jorge Zermeño ya abonó al pasivo a corto plazo, más de 70 millones de pesos. Pero mantiene una deuda a largo plazo de 29.9 millones de pesos.

El Ayuntamiento de Saltillo no ha publicado sus estados financieros mensuales de 2019. El gobierno de Torreón es más transparente que el de Saltillo.

La última controversia fue similar. Ambos incrementaron sus tarifas de transporte, ambos recibieron protestas y reclamos. Los dos culparon al aumento en el precio del combustible.

La administración de Torreón no quiere a Uber y mantiene una cacería sistemática contra sus choferes. En Saltillo trabajan sin problema.

Zermeño sufre cada que llega la factura de la CFE y ya le han cortado el suministro de energía en el SIMAS, dejando sin agua a muchas colonias.

Manolo gusta por aparecer en fotos, abrazar a lideresas y desayunar huevo y frijoles en colonias populares. Zermeño por el contrario, se aleja de esas prácticas.

Round: incidencia delictiva

En incidencia delictiva, Manolo pone sobre las cuerdas a Zermeño. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2018 Saltillo terminó con 33 homicidios dolosos y Torreón con 82. Y en el primer bimestre Torreón suma 21 y Saltillo siete.

En el tema de las denuncias por robos, las diferencias son abismales. En Saltillo se registraron 112 denuncias por robo a casa habitación, y en Torreón 554. En Saltillo 75 denuncias por robo a negocio y en Torreón 672. Y robo de vehículos 165 contra 484 en Torreón. Si sumáramos estos tres robos, Torreón registró 385.7 por ciento más denuncias que Saltillo.

En el primer bimestre de 2019 la tendencia es similar. La ciudad que gobierna Zermeño registra de dos hasta seis veces más denuncias en estos tres delitos. En robo a vehículo suman 60 denuncias contra nueve en Saltillo; en robo a negocio 43 en Torreón contra nueve en la capital y en robo a casa habitación 61 contra 21.

Donde se emparejan es en el número de carpetas/detenciones por narcomenudeo. En 2018 en Saltillo se documentaron mil 435 y en Torreón  mil 269. Pero para el primer bimestre de este año, Torreón va arriba con 331 contra 317 de Saltillo.

Si usted fuera juez, querido lector, ¿a quién le levanta la mano? Los habitantes de cada municipio tienen la última palabra.

AL TIRO

Tendría que aprovecharse la coyuntura de las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador respecto de la cuenca lechera en La Laguna. La semana pasada en este espacio referimos el “huachicol” del agua y la extracción excedente –e ilegal– de 360 millones de metros cúbicos de agua. La cuenca no se irá. Las declaraciones causaron más escozor del que realmente representó. Lo que dijo no es falso: hay una sobreexplotación. La cuenca lechera seguirá en La Laguna, pero la idea de regular, controlar y sancionar a quienes extraen más agua de la permitida, se tiene que hacer efectivo, pasar del discurso a los hechos. Que tiemblen y se enojen los que se roban el agua.