Manolo, el informe
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Manolo, el informe
Manolo Jiménez Salinas es un servidor público ejemplar, donde quiera que los haya, en tiempos en los que es muy difícil ser ejemplar en algo, y menos aún en una actividad torrencial como la política. Por eso es manifiesta la confianza y el aprecio que siente el pueblo de Saltillo por su Alcalde, que acaba de rendir su segundo informe de gobierno en Saltillo, la mejor ciudad para vivir en todo México.
Y es que de 1984 a la fecha, es difícil recordar a otro buen Alcalde de Saltillo. Menos en un pasado reciente, cuando todos vivíamos en la zozobra y la indefensión.
En la zozobra porque estuvimos a merced de la delincuencia organizada con balaceras, secuestros, masacres y el horror de los cuerpos colgados de los puentes que, por ningún motivo, queremos volver a vivir.
Luego padecimos de una total indefensión frente a un gobierno municipal abusivo y rapaz, donde nadie podía defenderse de un verdugo tan eficiente, invisible y voraz como el radar de las multas, porque a muchos nos desfalcó ese vil artilugio de la tecnología, dizque para evitar accidentes, como si ahora los hubiera y, por eso mismo, los automovilistas agradecemos a Manolo que haya quitado las fotomultas, un esquema impositivo que mantenía largas filas de infraccionados en la “Caja 5”, verdadera felonía panista.
Asimismo, cuando vemos el desastre que en cuestiones de seguridad pública padecen millones de ciudadanos en otras regiones de este País, es cuando en verdad aquilatamos lo que vale disfrutar de la paz y la tranquilidad de Saltillo, ciudad capital reconocida como una de las cinco ciudades más seguras de México. Un logro conquistado a base de esfuerzo y dedicación por parte del gobernador Miguel Ángel Riquelme y del alcalde Manolo Jiménez, con el apoyo invaluable del Ejercito Mexicano.
Y vaya que en un pasado reciente vivíamos atemorizados no sólo por los delincuentes sino también por la amenaza constante de una policía municipal represiva, como la que mató a un profesor a golpes en la Sección 38, con la burda explicación de que el mismo maestro se había causado las lesiones que le quitaron la vida. Una absurda justificación que es clásica de los gobiernos panistas.
Y es que en los regímenes de extrema derecha la policía suele ser muy sustantiva, exagerando sus funciones de manera arbitraria y brutal, no con los delincuentes sino con los ciudadanos, contra los que actúa de manera redundante y opresiva, una referencia puntual de la barandilla y la mazmorra, no de la tolerancia, la conciliación y la verdadera protección.
Bien ha hecho Manolo Jiménez en hacer que la seguridad pública sea una prioridad en su gobierno, pero sin la amenaza de la represión.
Finalmente no podemos omitir el desarrollo social en el DIF Saltillo. Mujeres que trabajan de manera honorífica y con cero protagonismos. Ni siquiera son afines a que se publique su nombre. Y además, con mucha dignidad y respeto porque nunca han confundido el desarrollo social con la caridad religiosa, como hacen las panistas. Y de veras que vale mucho que no le hagan a la redención. Recuerde usted que detrás de una redentora siempre habrá una impostora. No se diga más.
Enhorabuena por el segundo informe de Manolo. Para bien de Saltillo y de Coahuila. Es el espíritu de un buen gobierno