Manlio Fabio Beltrones regresa entre aplausos de perredistas

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Manlio Fabio Beltrones regresa entre aplausos de perredistas

Evento. José Woldenberg, expresidente del IFE; Manlio Beltrones, exlíder nacional del PRI; Fernando Belauzarán; el senador Roberto Gil; y Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD, durante el foro “Diálogos Galileos”. / Cuartoscuro
El priísta dijo que el sistema presidencialista llegó a su límite y es difícil lograr el poder con mayoría

Ciudad de México.- Manlio Fabio Beltrones reapareció a la escena pública después de que renunciara a la dirigencia del PRI, tras la debacle electoral de junio de 2015. En un evento organizado por la corriente Galileos del PRD fue recibido entre aplausos.

Reconoció que el modelo de Gobierno actual está agotado y habría que transitar a un Gobierno de coalición en 2018, porque el de transición que se dio en el 2000 no funcionó. “Y el sistema debería funcionar en 2018 a través de gobiernos de coalición”, añadió.

En el Foro Gobiernos de Coalición, organizado por la corriente interna del PRD, Iniciativa Galileos, se confesó y reveló que no quisiera volver a repetir un escenario electoral como en 2006, porque es importante pensar en la gobernabilidad del País y cambiar la forma de hacer política post electoral donde “el que ganaba, ganaba todo y el que perdía, perdía todo y se dedicaba a fastidiar al que ganaba”.

“Esa parte de la fórmula parece que tenemos que corregirla, una parte de la fórmula sería que el que gana no gana todo y el que pierde, no pierde todo. Y tienen la obligación de coaligarse o acordar lo que le conviene a este país”, resaltó después de que intervino el académico José Woldenberg y el senador panista Roberto Gil Zuarth.

Esa parte de la fórmula parece que tenemos que corregirla, una parte de la fórmula sería que el que gana no gana todo y el que pierde, no pierde todo”.
Manlio Fabio Beltrones, priísta.

Destacó que desde hace 10 años ha hablado con sus correligionarios sobre la posibilidad de transitar a un Gobierno de coalición u optar por la segunda vuelta en una elección, cuando el resultado sea muy cerrado entre el primero y segundo lugar. Es necesario pasar de la legitimidad de un Gobierno a la gobernabilidad de un país, afirmó.

“En el entendido en que yo en lo personal creo que la legitimidad trae gobernabilidad y la legitimidad difícilmente, de manera automática, te trae gobernabilidad. ¡Vamos! El debate sobre la legitimidad surgió desde hace mucho tiempo, pero en específico desde 1988, en donde parecía que el candidato triunfador lo había hecho con una votación menor al 50 por ciento o que la acumulación de los otros participantes parecían ser mayores”, indicó, pero no recordó que fue el año en que “se cayó el sistema” que le dio el triunfo al priísta Carlos Salinas de Gortari sobre Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

En el País, añadió, “algo se rompió”, pero dio origen, a su vez, a la creación del Instituto Federal Electoral (ahora INE), presidido por Woldenberg; el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF); la credencial para votar con fotografía.

“Y ahí nos fuimos hasta la Comisión Nacional de Derechos Humanos, modificamos el 130 constitucional, el 27 constitucional y nos seguimos con pactos pragmáticos. ¡Vamos! Distintas fuerzas, ya después de establecido el Gobierno pactaban de manera pragmática, pero no institucional, lo que debía suceder”, añadió.

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Resaltó que en ese momento creyeron que habían resuelto los problemas, “hasta que nos llegó 1994 donde algo también se rompió” con el levantamiento zapatista, con el asesinato del candidato a la presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio, y con una elección con el llamado el “voto del miedo”.

“Ya estábamos en la declinación, en una declinación de la votación. En el 88 el debate, en el 94 la realidad. Pero, por si fuera poco, intentamos un poco pegar nuevamente lo que se rompió, pero nos cayó el 97 y nos enseñó lo que ya era una tendencia, que el partido llamado hegemónico pierde la mayoría en Cámara de Diputados y tiene que aceptar una realidad, hay una nueva forma de Gobierno en la Cámara de Diputados que después trasciende a la Cámara de Senadores”, añadió.
 
Lo que se rompió en el 2000
Manlio destacó que si el 97 fue así, en el 2000 “muchas cosas se rompieron, lo que pasa es que no nos dimos cuenta”, indicó. Consideró que no fue el candidato presidencial, el panista Vicente Fox, sino la elección en sí misma.

“En el 2000 por primera vez tenemos un presidente de la República que llega al poder con 42 por ciento de la votación. Ya no se hablaba de legitimidad porque parecía que la alternancia había sido la solución, y como en un cuerpo enfermo la alternancia fue como aplicar una dosis de cortisona que enmascara la enfermedad y no la quisimos ver. Estábamos perdiendo gobernabilidad”, añadió.

En 2006, cuando ganó la presidencia Felipe Calderón bajo acusaciones de fraude realizadas por Andrés Manuel López Obrador, donde los legisladores de izquierda tomaron las cámaras para impedir que el primero tomara protesta y luego el tabasqueño se plantó en avenida Reforma en demanda de “voto por voto, casilla por casilla”, añadió.

“El 2006 no lo quisiéramos volver a vivir. De verdad, en 2006 se rompió todo y empezamos a juntar pedacitos y los empezamos a juntar desde antes del 1 de diciembre. ¡Quién no recordará el drama de ese primero de diciembre, que no quisiéramos vivir jamás! En el cuál, estuvo a punto de no protestar como presidente el entonces candidato triunfador Felipe Calderón. En lo que tuvimos que hacer una serie de eventos y disposición de voluntades para que se llevara a cabo esa ceremonia institucional en el mismo Congreso de la Unión de manera muy lamentable”, sostuvo Manlio.

Beltrones recordó haber mirado al palco de honor en ese 2006, donde se encontraban a los invitados de honor del mundo observando el espectáculo de algo que parecía no se iba lograr, la toma de protesta de Calderón. “En ese momento, resolvimos después de que hubo de suceder la toma de protesta de Felipe Calderón el retomar los acuerdos, y lo hicimos, entre todos los partidos políticos, modificando lo que parecía no haber funcionado desde antes, desde el 88, e intentamos componer lo que estaba roto”, señaló.

Le pareció necesario hacer este recuento para llegar a 2012. El candidato triunfó como partido político con 32 por ciento de la votación, pero con sus aliados electorales le dio cerca de 38 por ciento. “Estaba señalada la falta de gobernabilidad, pero aquí la magia la hizo el talento de los políticos que pudieron llevar a cabo un Pacto por México que no les permitió darse cuenta que tenían ese problema”, indicó.

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Para hacer todo esto a lo largo de la historia, indicó Beltrones, le apostaron al pragmatismo y no al sistema que debía funcionar automáticamente. Recordó que en agosto de 2012, para poder facilitar la toma de protesta del entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto, que si no lo hacía ante el Congreso podría hacerlo ante las Mesas Directivas de las Cámaras y que si no podía hacerlo ante las Mesas Directivas de las Cámaras que lo hiciera ante el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

“¡Vamos! Otra vez litigando la legitimidad y no pensando en la gobernabilidad. Pero insisto, esa parte es muy importante. ¿Por qué? Porque hace surgir la idea correcta de que el sistema político no debe de sustentarse simplemente en el pragmatismo, sino en algo cierto, aquello que nos obligue constitucional y legalmente a acordar, entre las fuerzas políticas, que se llame gobierno de coalición, donde el que gana no gana todo y el que pierde, no pierde todo”, resaltó.

Para ese momento ya se habían salido del salón la presidenta nacional del PRD, Alejandra Barrales; el coordinador del PT, el senador Alberto Anaya; el expresidente perredista Carlos Navarrete y el diputado Guadalupe Acosta Naranjo, invitados al evento que fue moderado por Fernando Belauzarán.