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Manchester City a al final de la Copa de Liga
El Manchester City no se dejó sorprender este martes y, tras imponerse a domicilio al modesto Bristol City por 2-3 en el partido de vuelta de semifinales de la Copa de Liga, selló su pase a la final y ya espera al ganador de la eliminatoria entre Arsenal y Chelsea.
Con un marcador global de 3-5 (2-1 en la ida y 2-3 en la vuelta), el líder de la Premier League logró el ansiado pase a la primera final de la temporada, la primera de Pep Guardiola desde su llegada al club.
El tanto del argentino Sergio Agüero en el minuto 92 en el partido de ida dejó la eliminatoria prácticamente encarrilada, pero, pese a ello, Guardiola no quiso sorpresas y salió de inicio con un 'once' competitivo, con sólo dos cambios con respecto al equipo que derrotó hace tres días al Newcastle United (3-1).
El chileno Claudio Bravo, portero habitual en la Copa de la Liga, ocupó el puesto de Ederson, mientras que Bernardo Silva ingresó en lugar de Raheem Sterling. Agüero volvió a liderar el ataque, flanqueado por De Bruyne, Sané y los 'Silvas' -Bernardo y David-.
Los locales lograron resistir 43 minutos, el tiempo que tardó Sané en perforar, desde el área pequeña, la meta de Steele después de un fallo -que forzó Bernardo Silva- en el despeje de la defensa.
A la vuelta de vestuarios, los hombres de Guardiola apagaron cualquier atisbo de reacción de los 'Robins' cuando, en un magnífico contragolpe, David Silva encontró a Sané, éste a De Bruyne, que vio el desmarque al espacio de Agüero para que el '10' fusilara y dejara la eliminatoria vista para sentencia.
No se rindió el Bristol, que a falta de poco más de media hora acortó distancia gracias a Pack, quien cabeceó llegando desde atrás como una exhalación un centro lateral tras un mal despeje de Stones.
Sabedores que necesitaban dos goles más para forzar la prórroga, los de casa se fueron al ataque, y en el tiempo añadido (m.94) tuvieron recompensa a su valentía, después de que Flint rematara en boca de gol para delirio de una grada entregada.
Con el equipo local volcado en busca del milagro, De Bruyne puso la guinda a su gran partido en el minuto 96, en la última jugada del encuentro, y certificó la victoria y la clasificación de su equipo, que ya espera en el estadio de Wembley a Arsenal o Chelsea, para la final del próximo 25 de febrero.