MÉXICO, D.F.- La oscuridad y el terror que habitan en las historias de Hans Christian Andersen son retomados por Toño Malpica (Ciudad de México, 1967) en “La más densa tiniebla”, su más reciente libro, donde rinde un homenaje espeluznante al autor danés a 210 años de su nacimiento y de paso demuestra que la creación de esas atmósferas, no sólo es un recurso fresco, sino que puede provocar terror en chicos y grandes.

La historia es contada por el propio Andersen, en la que retoma algunos de sus cuentos más conocidos, como: Las zapatillas rojas, La princesa y el guisante, El soldadito de plomo, La niña de los fósforos, El traje nuevo del emperador, El patito feo y Lo más increíble.

En esencia, esta historia lo que busca es descubrir el carácter humano del autor danés, explica en entrevista Toño Malpica, para lo cual utiliza la curiosidad de una niña, la casa maldita de un hombre y un juego entre imágenes y palabras para demostrar el tamaño y el poder de las palabras.

En el fondo La más densa tiniebla, que fue ilustrado por Joaquín Aragón, también es un guiño a la curiosidad de los niños, reconoce el autor.

“Dicen que la curiosidad mató al gato y es un tanto cierto porque la protagonista –una niña de aproximadamente 11 años llamada Karen– se pone en riesgo y desencadena una historia de terror con sabor a juego”.

Digamos que la curiosidad es parte de esta ensalada, añade, porque en el fondo Karen es como cualquier niña común y corriente, que no oculta ese rasgo de vanidad perfectamente comprensible en una niña de esa edad, que está enamorada de sus zapatillas rojas.

“En aquel cuento de Las zapatillas rojas, Andersen le pega durísimo a ese pequeño rasgo de vanidad, aunque en estos tiempos no es tan mal visto, pero lo retomo como un detonador para la historia que de inmediato nos hace pensar en el final trágico donde aquella niña pierde los pies”.

¿Cuál fue el criterio para seleccionar las historias de Andersen?, se le pregunta. “Simplemente tomé los más conocidos, salvo el de Lo más increíble, como una manera de homenajear al padre de la literatura infantil, aunque en el fondo quise mostrar esa actualidad oscura de sus cuentos infantiles que totalmente se oponen a las conocidas películas de Disney”.

Pero cuando se cambia un poco el tono de luz en la historia, el anciano Ander se muestra como un espectro, un personaje que lanza una afirmación: “Puedo venir desde el más allá a contar de nuevo mis propias historias”. Sin embargo, la trama no deja de lado su faceta lúdica, un juego lleno de curiosidad que sólo plantea una condición: escuchar las siete historias que ha fabricado al estilo de Scherezada.

¿Qué elementos quiso rescatar del autor danés? “La verdad fue como descubrir el carácter humano de H. C. Andersen. Eso me parece muy significativo, pues él mismo decía que El patito feo era un cuento casi testimonial, dado que él nunca se sintió agraciado. Por eso el fin era revivir y utilizar el talento que descubrió en favor de los jóvenes lectores”.

Por qué decidiste aludir directamente a Andersen en el nombre del anciano Ander? “En este homenaje colé el nombre del autor, donde él mismo formara parte de esa reinterpretación, como si él estuviera dentro del juego y nos dijera: ‘Así como los conté una vez, los puedo volver a contar’. Y aunque tuve la tentación de no mencionarlo para que el lector descubriera las similitudes, me pareció un poco irrespetuoso, porque existe la posibilidad de que algún lector no supiera o no reconociera la alusión directa al autor y sus cuentos. No quisiera que me dieran la autoría de todas las historias”.

LETRAS HONESTAS

Para Toño Malpica, el error más grande de los lectores sería trivializar el poder de las palabras, ya que más allá de su función primigenia para contar una historia, nos demuestra el poder de la palabra, porque más allá de lo visual… siempre existen las palabras. “No olvidemos que detrás de toda gran historia hay un libro… o por lo menos un gran guión de cine”.

La decisión de reconocer a un autor como Andersen nace de su trabajo exhaustivo como autor para niños, “uno de los pocos creadores que se aventó el tiro de empezar a escribir para niños a partir de palabras que recrean atmósferas espeluznantes. No olvidemos que tres palabras hiladas pueden provocar el enamoramiento de una persona o las ganas de pegarse un tiro. Todo tiene que ver con eso y si lo piensas un poco es maravilloso”.

De ahí que La más densa tiniebla tenga por objeto sacudir al lector. “Al menos esa fue la intención y que el lector mismo diga: “Claro, yo sentí algo mientras ojeaba este libro, pues aunque hay cierto apoyo visual en las imágenes de Joaquín Aragón, me parece que está muy bien desarrollado en el sentido de que lo que él hizo fue complementar.

¿Cómo ha conseguido mantenerse en el gusto de los primeros lectores? “Es curioso pero aún es un misterio para mí. A pesar del tiempo que llevo en esto debo decirte que no sé dónde está el santo grial. De repente hay libros que causan mucha resonancia en los chicos, pero no sabemos por qué. Lo único que me ha funcionado desde el principio es tratar de no aburrir a los lectores y, sobre todo, escribir con honestidad”.

¿Por qué revivir la atmósfera de terror? “Quise evocar un libro de terror en torno a Andersen, pues hay historias muy luminosas de él, a partir de la especulación de qué sentiría una niña que de pronto se ve sumida en un ambiente del siglo XIX y estar sometida a este tipo de historias”.

Porque los niños de hoy están acostumbrados a Pixar, asegura, y entonces me pregunté qué pasaría si de pronto regresamos a ese mundo oscuro donde no existe algo ya previsualizado. “A lo mejor hay algo tenebroso per sé, por el simple hecho de involucrar un piano y un cuervo; el chiste es darle énfasis al poder de las palabras, porque estamos más acostumbrados a lo visual que al libro. Por eso quise recrear el terror que sufre Karen al interior de la casa del señor Ander”. El libro se presentará el domingo, a las 13 horas,  en la FILIJ del Cenart.