Ciudad de México. La investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y directora de la organización Semillas de Vida, Adelita San Vicente, sostuvo que el discurso de usar maíz transgénico para solucionar el problema de alimentación es equivocado, ya que la causa de la falta de alimentos en México y el mundo se debe a los canales de distribución y no a la cantidad producida.

Durante el foro Salud, biodiversidad, cultura: la resistencia ante el maíz transgénico en México, en Casa Lamm, sostuvo que en la actualidad el maíz es el cultivo con mayor volúmen de producción en el mundo, en gran medida por las cartacteristicas biológicas que tiene, así como su nivel de adaptación a distintos ambientes, lo que permite su cultivo en Sudamérica, Asia y África.

El maíz se usa también en la mayor parte de los productos industrializado, e incluso los refrescos cuentan con ingredientes derivados de este cultivo, lo que lo ha convertido en el producto agrícola más importante del mundo.

“Lo que pensamos es que nos estamos disputando el maíz desde el centro de origen que es Mesoamérica y se lo regaló al mundo, pero las grandes empresas con la tecnología de los transgénicos lo que buscan es apropiarse del maíz. El gran capital entendió muy bien que lo que buscaba controlar después de las guerras mundiales, era el proceso de alimentación y para ello buscó los sectores estratégicos”, señaló.

San Vicente, quien es una de las principales impulsoras de la campaña “Sin maíz no hay país”, explicó que las multinacionales han tenido grandes ganancias e incluso en el 2008, en un momento en el que se presentó una crisis económica mundial hubo records de producción de alimentos.

Por ello, agregó, “toda este argumento de que hay gente hambirenta y por eso necesitamos transgénicos, incluso el otro día escuche que se hablaba de la necesidad de sacar del fondo del Golfo de Baja california fosfatos para feritilizante y se usa el mismo argumento de que la humanidad necesita más alimentos, pero no es un problema de alimento, sino de distribución”.

Aunque en la actualidad está prohibida la siembre de maíz transgénicos, la investigadora de este instituto educativo, Alma Piñeyro-Nelson, señaló que un estudio elaborado en diversas partes del país arroja que hay presencia de material transgénico en los productos elaborados principalmente con maíz, como tortillas, botanas, tostadas y cereales.

Explicó que este concluyeron el estudio sobre presencia de transgénicos en alimentos demostró que 82 por ciento de los alimentos cuentan con elementos modificados genéticamente en distintas proporciones.

Los que más tienen, son las tortillas. “La categoría que más tenía son tortillas porque 92 por ciento de las muestras tenían uno de los marcadores transgénicos que son de los más usados por la industria”, señaló.

En segundo lugar en cantidad de material transgénico se encuentran las botanas industrializadas que se venden en el país, seguido de tostadas y cereal.

“Esto de entrada no lo esperábamos porque ingenuamente pensabamos que lo que decía el gobierno era cierto, sobre que las importaciones de Estados Unidos, principalmente maíz amarillo de baja calidad nutricional, están enfocados sólo a uso agropecuario e industrial”.

Durante el foro, Pánfilo Hernández, represnetante del proyecto de desarrolloro rural de Vicente Guerrero, Tlaxcala, señaló que existen en México 59 razas de maiz nativas, las cuales, de contaminarse con semillas transgénicas, se pueden perder.