Maestro de Saltillo inventa bici para que un niño con discapacidad pudiera desfilar el 20 de Noviembre

Orlando tiene miles de razones para ayudar, pero contribuir a que un pequeño pudiera lograrlo es ¡la felicidad!
Fotos: El Guardián-Cortesía

Cuando hay personas dispuestas a ayudar no hay barrera que impida al ser humano superarse. Con este espíritu a cuestas y la necesidad de un pequeño con discapacidad de tener un medio de transporte, un creativo hombre, su esposa, su amigo y la maestra del niño se pusieron manos a la obra.

El deseo del pequeño, quien cursa su educación preescolar en el Kínder Villas de Santiago, en la colonia Buenos Aires, era participar en el desfile con motivo del Aniversario de la Revolución Mexicana.

Empecé de cero, no hay nada de donde medir y poder copiar en Saltillo; en otros lugares ya existen se llaman handbike pero son para adultos. Esta es para un niño de 3 años”.

Entonces la maestra Jazmín, a sabiendas de la habilidad de Orlando Rivera Martínez para la fabricación de bicicletas, sugirió que podría ayudar a que el menor pudiera integrarse al desfile por sus propios medios.

“Le pidió a mi esposa que si las podía ayudar y dije sí, yo jamás hable con la profe al respecto de lo que quería, yo hice un patrón de lo que se necesitaba y sobre ese, y modificando cosas trabajé”, afirma Orlando.

Entonces construyó la bicicleta que le permitió al niño impulsarse y dirigir con sus manos, por medio de un manubrio especial.

NADA FUE FÁCIL

Para lograr eso, dispuso sus energías, algo de dinero, pero sobre todo, se remitió a un episodio en el que vivió en carne propia la necesidad de moverse y no poder hacerlo.

Aunque no abundó en ese tema, contó que tuvo un mal que lo incapacitó, al grado de no poder hacer nada por sí mismo, por eso conoce lo que significa estar en los zapatos del niño.

“Yo la pasé muy mal y sé lo que se siente no poder moverse, por eso accedí e hice la bici”.

MODELO. Orlando se puso a diseñar el vehículo para que el pequeño pudiera desfilar el 20 de noviembre.
Trabajo para la Federación y pues igual en mi Primaria Mahatma Gandhi, donde he hecho torneos y regalo balones de fut. Me gusta ayudar, la gente sabe que soy así”.

Sin embargo, para eso se requería de una inversión que no tenía a la mano, sólo sus ganas de ayudar y por supuesto, el reto del día: mejorar las condiciones de vida un niño.

Para esto, Orlando dijo que la maestra Jazmín lo apoyo con 750 pesos y con ese dinero pudo adquirir llantas, y cámaras y ejes, el resto salió de sus ahorros, todo para apoyar a su esposa y no quedarle mal al menor.

“Tengo un negocio de bicicletas. Mi esposa me pidió hacer la bicicleta y le dije que sí. Empecé a hacer varios patrones y ver varias bicicletas, pero las que veía eran muy caras y poco funcionales para un niño de preescolar”.

AYUDA INVALUABLE

Con soldadura de microalambre comenzó la tarea, pero aquello no sería fácil, pues algunos tubos se le perforaron y demás dificultades aparecieron en el camino, sin embargo lejos de agüitarse, se motivaba más.

Es ahí donde entró en escena su amigo Sergio, quien cuenta con mejor equipo para dicha tarea.

“Necesitaba tubos más duros y le pedía a mi amigo su máquina, pero era complicado que la trajera, por eso fui  a su casa y me llevé discos y soldadura y la bici que usé para cortar y él me apoyó”.

Medir, cortar, soldar, hacen falta más tubos… Sergio se puso “guapo” con unos. Luego ya con el armazón, Orlando siguió en su propio taller a pulir, pintar, armar rines y ejes extralargos, armar rines delanteros, el cadenaje y el asiento.

Y todo en una semana y media. Trabajar contrarreloj también fue un escollo para el comerciante de bicicletas convertido en ángel por sus acciones que en no pocas ocasiones han sido reconocidas por la gente de su entorno.

“Las calcas y !a probarla!”. La felicidad de un niño -a quien, por cierto, no conoce en persona- estaba a un paso de realizarse, faltaba probarla, para ello recurrió un vez más “a lo que hay en casa”; su hija de preescolar.

LOGRO. La bicicleta quedó lista para que el pequeño cupiera cómodo y seguro. Le dio independencia y fortaleció su autoestima a pesar de la discapacidad motriz que presenta a sus tres años.
No podía ser pesada (la bici) y su engranaje tenía que ser un paso muy suave por la fuerza del niño, así como su extensión de brazos y acomodo en el asiento”.

MOMENTO FELIZ

Así comprobó que le dio al clavo, pues se aseguró de que su invento sería útil. Llegó el 20 de noviembre, la gente desfilando y el niño sonriendo ante su regalote, un momento muy emotivo que se reflejó en las redes sociales.

Los padres de familia subieron videos en los que se podía apreciar el instante feliz del menor moviendo sus manos y convirtiendo ese esfuerzo en energía que movía la bicicleta.

La desvelada final había valido la pena, el niño muy cómodo y seguro en su asiento y con su manubrio especial fue hasta la envidia de varios, pero que compartieron su alegría de tener un vehículo funcional no sólo para un desfile.

Al paso de los días Orlando ha recibido mensajes de felicitación y hasta hay quien ya lo considera para adaptar otros vehículos, para otros niños, lo cual es un aliciente para continuar con su labor en favor de la niñez.

NO SON POCOS

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid), de los 124.9 millones de personas que habitan el país, 6.3% (7.8 millones) tienen discapacidad para caminar, subir o bajar usando sus piernas. El pequeño de tres años, que acude al preescolar, es uno de los 150 mil niños de entre cero y seis años de edad que tiene una discapacidad física en México de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

UNA MIRADA

* Orlando es conocido en el barrio por sus labores, por ejemplo, cada Día del Niño regala una bici en la escuela Mahatma Gandhi, en la que ejerce su profesión de maestro de Educación Física.

* No sólo el plantel escolar se ha visto beneficiado, pues también las parroquias donde se desenvuelve: Cristo Rey en la Guayulera y Jesús Resucitado en Oceanía Bulevares, donde ha realizado rifas en beneficio de la comunidad.

* En la de Oceanía hizo tres bicis en tres ediciones de la carrera Singapur 10 K es para la capilla Jesús Resucitado.

* La misión que se ha hecho un modo de vida es la de ayudar, pues padece un mal extraño y ha estado a punto de morir, por eso aprovecha su estancia en el mundo para compartir algo de lo que posee.

(Con información de El Universal)

Imágenes del proceso de fabricación
Imágenes del proceso de fabricación