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Maduro espera que Trump no lo agreda al final de su mandato
CARACAS, VEN. - El presidente Nicolás Maduro dijo el martes que el gobierno saliente de Donald Trump —un acérrimo crítico de las autoridades venezolanas— podría intentar agredir al país sudamericano antes de dejar la Casa Blanca, aunque espera que eso no ocurra.
“Una administración moribunda como la de Trump podría intentar cualquier cosa contra Venezuela”, señaló Maduro en una rueda de prensa tras afirmar que su gobierno frustró un complot orquestado por Washington para sabotear las elecciones del domingo en las que retomó el control de la Asamblea Nacional que había perdido a manos de la oposición en 2015.
Maduro señaló, sin presentar pruebas, que tenía información de amigos de su gobierno en Estados Unidos, Colombia y Europa sobre que Washington estaba presionando y había puesto en marcha un plan para llenar de “violencia y sangre” a Venezuela.
“Nosotros no bajamos la guardia ni un segundo", indicó el gobernante en momentos que reina la incertidumbre de cara al cambio de administración de Estados Unidos.
El mandatario venezolano, que repetidamente ha dicho que no ve diferencias en la política exterior de republicanos y demócratas, recordó que fue Barack Obama quien “dejó una puerta abierta para la agresión contra Venezuela, que ha sido utilizada de manera cruel por parte de Donald Trump”.
En marzo de 2015, Obama ordenó congelar bienes a siete funcionarios venezolanos en territorio estadounidense tras declarar a Venezuela como amenaza “inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos. El ahora presidente electo Joe Biden fue vicepresidente de Obama.
Biden también ha llamado a Maduro “dictador”, aunque no está claro qué enfoque adoptará ante la crisis de Venezuela.
Por su parte, la administración de Trump impuso una serie de sanciones al gobierno de Maduro para forzar su salida del poder.
Tras unas elecciones legislativas realizadas el domingo, Maduro retomó el control de la última institución independiente en Venezuela después que una alianza de partidos oficialistas se adjudicase con el 67,6% de votos. Los comicios fueron boicoteados por los principales partidos de oposición, encabezados por Juan Guiadó, que argumentaron que no existían condiciones para unas elecciones libres y democráticas.