Madres jefas de hogar: ¿cómo se les respalda?

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Madres jefas de hogar: ¿cómo se les respalda?

Habríamos de aprovechar la ocasión para reflexionar respecto a la necesidad de generar mejores condiciones de trabajo y desarrollo para quienes, además de procrear, han asumido –por convicción o necesidad– el reto de dirigir un hogar

El 10 de mayo es una de las fechas relevantes de nuestro calendario, un día en el que todos nos volcamos a festejar a quien nos gestó en su vientre y a reconocer sus afanes para procurarnos lo mejor, sobre todo en la primera infancia.

Independientemente de sus orígenes, la fecha se ha arraigado en nuestro país como una conmemoración importante aunque, a diferencia de otros “días de”, el de las madres no busca llamar la atención respecto del reto que implica este papel que la naturaleza ha reservado a las mujeres.

En nuestros días la maternidad tiene implicaciones distintas a las de hace un siglo, sobre todo por los cambios sociales que hemos experimentado y que hoy implican la existencia de una gran cantidades de hogares que son dirigidos por mujeres.

Como lo reportamos en esta edición, en Coahuila casi 3 de cada 10 hogares son dirigidos por una mujer, de acuerdo con los datos del Censo General de Población y Vivienda de 2020. Esto, traducido a números concretos, implica la existencia de más de un cuarto de millón de hogares en esta situación.

Dirigir un hogar, en los tiempos que corren, implica que la jefa de familia debe dedicarse a alguna actividad remunerada, con independencia de que reciba o no apoyo del padre de sus hijos, o de otra persona, para la manutención de aquellos.

Esto quiere decir que tenemos un gran número de mujeres que demandan el diseño e implementación de políticas públicas capaces de ayudarles a aliviar la carga que implica hacer frente a sus responsabilidades.

Estancias infantiles, horarios flexibles, políticas de contratación que no las discriminen, salarios iguales a los de sus pares masculinos y oportunidades de desarrollo equitativas son algunas de las medidas que requieren quienes enfrentan el reto de dirigir un hogar siendo mujeres.

En este sentido es oportuno señalar que, además de garantizarles una mejor calidad de vida, las políticas que requieren las jefas de familias deben ser concebidas pensando en sus hijos, es decir, en garantizarles a estos las mejores condiciones de desarrollo posibles.

El señalamiento es tanto más cierto en la medida en la cual, de acuerdo con los datos censales, el número de hogares dirigidos por mujeres está creciendo en nuestro país, pues entre el censo de 2010 y el de 2020 pasó del 25 al 33 por ciento del total.

Por ello hoy, al celebrar el Día de las Madres, habríamos de aprovechar la ocasión para mostrar nuestro afecto y gratitud, pero también para reflexionar respecto a la necesidad de generar mejores condiciones de trabajo y desarrollo para quienes, además de procrear, han asumido –por convicción o necesidad– el reto de dirigir un hogar.

La maternidad es una condición natural que solamente las mujeres pueden experimentar. Los demás integrantes de la sociedad deberíamos asumir la responsabilidad de apreciar esta circunstancia no sólo un día al año, sino de forma permanente y con múltiples actos de empatía y solidaridad, no solamente con regalos y muestras de afecto ocasionales.