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Macao intenta recuperarse del tifón más fuerte del último medio siglo
La ciudad de Macao intenta hoy volver a la normalidad tras el paso del tifón Hato, el más fuerte que ha sufrido la ciudad en el último medio siglo y que ha acabado con la vida de al menos 9 personas (8 más en la China continental) y causado numerosos destrozos.
Esta mañana se encontró a otra persona ahogada que elevó a nueve el número de muertos en la ciudad (17 en todo el país), según informó hoy el diario independiente South China Morning Post, mientras que los heridos son cerca de 200.
Los devastadores efectos del tifón han dejado otro hecho insólito, la llegada de elementos del Ejército de Liberación Popular chino a la ciudad, que es una región administrativa especial con leyes propias y defensa propia, al igual que Hong Kong.
A petición del gobierno regional de Macao, el Ejecutivo central de Pekín dio su aprobación al envío los soldados para ayudar con los trabajos de recuperación, algo que contemplan las leyes de China.
La antigua colonia portuguesa no veía militares chinos en sus calles desde la entrega del enclave a la soberanía China en 1999.
Y es que Hato ha sido el tifón más fuerte que ha vivido la turística ciudad, famosa por sus casinos, en el último medio siglo. Algunas zonas se vieron sumergidas por hasta tres metros de agua.
El presidente ejecutivo de Macao, Fernando Chui Sai-on, tuvo que disculparse ayer por la mala preparación de las autoridades locales y, tras ofrecer sus condolencias a las víctimas y a sus familias, anunció la dimisión de Fong Soi-kun, director de la Oficina Meteorológica y Geofísica de la región.
Gran parte de la ciudad se quedó sin luz durante más de 24 horas y, todavía, unos 6,600 de los 250,000 hogares siguen sin electricidad.
Otra de las urbes más afectadas por el tifón fue Hong Kong, donde no hubo muertes aunque al menos 129 personas resultaron heridas por la tormenta más poderosa que ha golpeado la ciudad desde 1979 y que también ha causado fuertes destrozos que podrían alcanzar los 8,000 millones de dólares hongkoneses (866 millones de euros, 1,022 millones de dólares).
El Gobierno local dijo que está monitoreando un derrame de petróleo en la isla de Guishan en el estuario del río Perla, después de que varios buques tuvieron problemas durante el tifón.
En el resto de China, el tifón alcanzó tierra firme en la ciudad de Zhuhai (Cantón), donde se registraron vientos de hasta 162 kilómetros por hora y al menos cuatro personas perdieron la vida.
En la ciudad de Zhongshan fallecieron tres personas y en el municipio de Jiangmen hubo otro fallecido.
Ocho personas resultaron heridas en Shenzhen, dos de ellas graves, por la caída de objetos como vidrios, chapas y andamios. En esta ciudad los refugios de emergencia alojaron a 11,142 personas.
En toda la provincia de Cantón unas 27,000 personas fueron evacuadas y cerca de dos millones de hogares y empresas sufrieron el corte del suministro eléctrico debido a los daños en la red.
La llegada del tifón había sido recibida con importantes preparativos, como el cierre de escuelas y muchos centros de trabajo en el sur de China, una de las zonas más pobladas y de mayor importancia industrial del país.