Luz y sombras

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Luz y sombras

La iglesia Luz del Mundo –fundada bajo el fragor de la Guerra Cristera en 1926, en Guadalajara, por Eusebio Joaquín González– es una de las agrupaciones pentecostales que más ha crecido durante el siglo 21 arrebatando fieles a otras opciones religiosas, sobre todo a la católica. Según cifras del Inegi, hacia el año 2000 La Luz del Mundo tenía menos 200 mil miembros en México, aunque sus líderes sostienen que están creciendo a tasas explosivas de hasta 200 por ciento, y que tiene ahora 2 millones de seguidores en México y 5 millones en el mundo.

El fundador de esta iglesia decía tener revelaciones directas de Dios. Durante la Guerra Cristera se unió al Ejército Constitucionalista del gobierno de Plutarco Elías Calles; se presume que con ello obtuvo algunas prebendas al combatir a los cristeros, como el permiso para ejercer y difundir las creencias de su Iglesia y construir templos, con lo cual se inició una intensa competencia con los católicos. Los hijos del fundador de esa agrupación heredaron de su padre el control del ministerio.

La construcción de templos de la Luz del Mundo ha llegado hasta Roma y en Silao, Guanajuato, construyeron la que denominaron la Torre Monumental de la fe a 15 kilómetros del Cristo de la Montaña, sede emblemática de los católicos de la región. Según los especialistas en religiones, los líderes de esta Iglesia, considerada “cristiano fundamentalista” (Proceso), mantiene intensas relaciones con los partidos políticos PRI, Verde y PAN; las entidades en las que tiene mayor presencia son Jalisco, Veracruz, Estado de México, Nuevo León, CDMX, Tamaulipas, Chiapas y Baja California.

El actual conductor de la Luz del mundo, Naasón Joaquín García, autodenominado “Apóstol de Jesucristo”, fue detenido por la Fiscalía de California (4 junio) acusado de 26 cargos que incluyen presuntas violaciones a menores, pornografía infantil y extorsión, entre otros delitos. Esa iglesia negó categóricamente las acusaciones defendiendo la honorabilidad del “Apóstol” y cientos de fieles se reunieron en sus templos para respaldar a su líder; aunque el Fiscal de California opinó que García es un enfermo demente a quien además se le fijó una fianza de 50 millones de dólares.

La Luz del Mundo tiene otras sombras, por ejemplo, los investigadores de las religiones sostienen que el “Apóstol” adquirió un rancho valuado en más de un millón 700 mil dólares, ubicado en Kingsbury, Texas, la propiedad se sostiene mediante aportaciones “voluntarias” que incluyen mano de obra de los miembros de la iglesia que están obligados a pasar horas de su día de descanso en el mantenimiento del “modesto” rancho (Todd Bessman), pero son tradicionales las acusaciones de coerción y enriquecimiento mediante los diezmos que en ocasiones han sido cuestionados por algunos miembros de esa iglesia, y quienes también denuncian que los líderes los acosan al grado de exigirles permisos para casarse o decidir sobre problemas conyugales y presionar a los que tienen dinero para que aporten, a fin de mantenerlos en la opulencia. Lo más visible e inocultable es la promoción del fanatismo y la ostentación del dinero.

Se sabe que en varias entidades del país, la Luz del Mundo extorsiona, a quienes dice rehabilitar, mediante cobros exorbitantes y hasta trabajos forzados.

Otra práctica censurable de la iglesia de la Luz del Mundo son los sesgos en cuestión de género, los líderes regulan las decisiones sobre la libertad de sexualidad y matrimonio, además promueven la virginidad de las jóvenes “como una virtud y una ofrenda a Dios”, lo cual va contra el derecho humano a decidir sobre el propio cuerpo, sin miedo, sin represión o discriminación; la criminalización de la sexualidad y de la reproducción es la negación de un derecho humano.

El fanatismo, la ostentación y el abuso de los derechos humanos de los dirigentes de la iglesia Luz del Mundo no son cosa de hoy, son numerosas las publicaciones en revistas y libros dedicados al análisis de la coerción, la arbitrariedad, el fanatismo, el enriquecimiento ilícito y las violaciones de la libertad de creencias, éstas son antisociales y vulneran el orden público y el principio ético de la sociedad, así que el “Apóstol” predica con una Biblia sin Jesús.