Luka Modric hizo historia en Rusia 2018 al convertirse en el Balón de Oro por ser el mejor jugador de la Copa del Mundo. 

A pesar de no conseguir la Copa, el croata se puso en la cumbre de su carrera y demostró que cualquier sueño es posible a base de esfuerzo y constancia. 

El elemento del Real Madrid cuidaba cabras en una montaña llena de lobos cuando era niño y apareció en el filme “Wolf Attack Sequence” grabado en Velebit en 1990, donde sale en el minuto 2, cuando tenía cinco años de edad.

El autor del documental, Pavle Balenovic, dijo  que el objetivo fue “contribuir a una mejor comprensión de los lobos y a un cambio de la actitud negativa hacia ellos”. Contó que, rodando el filme, llegó a conocer a la familia Modric, “buena gente”, que vivía en la región.

El documentalista asegura que durante mucho tiempo no supo qué había pasado con esa familia, con ese niño, cuyo querido abuelo fue ejecutado delante de su casa, y que tuvo que refugiarse en Zadar. “Pero hace unos pocos años supe el pequeño niño que ayudaba a su padre en mí vídeo es Luka Modric”, cuenta Balenovic.

Balenovic, amante de los lobos y de la naturaleza, considera que Modric tuvo una suerte extraordinaria de poder vivir y crecer de niño en esa hermosa región cuando todavía estaba intacta.

“Luka Modric, que pasó su niñez más tierna en un habitat de lobos, una criatura singular y grandiosa, y todas las generaciones después de él, deben estar orgullosas de eso”, concluye.

Modric inició su carrera en primera división con el S.K. Zrinjski en el año 2003 y de ahí saltó a la fama con el Dinamo de Zagreb en el 2004.

Sus buenas actuaciones lo llevaron a dar el salto a la Premier League con el Tottenham y a partir del 2012 juega para el Real Madrid. 

El Mundial pasado quedó eliminado junto a su equipo en la primera ronda y cuatro años más tarde fueron subcampeones.