Luis Fernando: el audio
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Luis Fernando: el audio
Eran las 12 del mediodía del jueves 17 de noviembre, cuando Luis Fernando Salazar pedía licencia a su cargo como Senador para “ir contra el moreirato”.
El senador Roberto Gil Swarth sonreía con satisfacción cuando hablaba Luis Fernando, a pesar de sus problemas de dicción y asertividad. Jorge Zermeño, presente en el Senado, aplaudía al ver a su bipolar pupilo, quien le ha jurado lealtad hoy y lo ha traicionado al día siguiente.
Tres minutos después apareció este audio en redes sociales:
LFS (dudoso): ¿Cómo ves? ¿Pido licencia?
Mujer (asertiva): Si no lo haces, Memo o Chilo te comerán el mandado. ¡Mírate! Ya vas en tercer lugar y en picada.
LFS (temeroso): Pero se va a enojar Ricardo.
Mujer (molesta): ¡Que te valga madre! Tú tienes el apoyo de Rafa Moreno Valle.
LFS (inseguro): Pero ¿y si le doy en la madre a la Mesa de Diálogo, de la cual saldría el candidato de unidad? Porque eso acordamos con Ricardo, Chilo, Gerardo, Marcelo, Memo, Silvia y yo.
Mujer (molesta): ¡Con una chingada, Luis Fernando! ¡Madura! ¡Es ahora o nunca! Tienes que forzar tu candidatura en contra de la voluntad de Ricardo que anda distraído con el fuego amigo.
LFS (incierto): ¿Y si luego me echan la culpa de no haber sabido administrar la codicia, al ver tan cerca el final del moreirato?
Mujer (enojada): ¡Estás para el nabo! Entiéndelo. Si no das un albazo, puedes perder hasta la posibilidad de negociar algo que valga la pena.
LFS (perplejo): ¿Y si me acusan de echar a perder la candidatura de unidad del partido y, una vez más, de perder las elecciones?
Mujer (encabronada): ¡A que la chingada! ¡No estás solo, hombre! Tienes a Rafael, a Gil Zwarth, a la bancada de senadores panistas, a Santiago Creel, a amigos gobernadores, entre ellos el de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y en Saltillo están Jesús y Ernesto Saro y el tío de Chilo, Rosendo Villarreal.
LFS (resignado): Bueno, si no saco la candidatura, al menos evitaré el desgaste de Memo o Chilo, porque todos se irán contra mí.
Mujer (muy encabronada): ¡Uta madre, TÚ no tienes remedio!
Ojo: cualquier parentesco con la realidad es mera coincidencia.