Luchando por las calles

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Luchando por las calles

En lugar de enfocarnos en diseñar el uso de los espacios públicos en torno a los automóviles, debemos hacerlo pensando en las personas. 

Con nombre de guerrera oriental, Janette Sadik-Kahn dejó una huella memorable en la “Gran Manzana”. Durante un sexenio (2007-2013) se desempeñó como Comisionada del Transporte en la administración de Michael Bloomberg como alcalde de la Ciudad de Nueva York. Durante su estancia en esa posición emprendió una épica cruzada de renovación urbana que tuvo como escenario las calles y los espacios públicos de la ciudad de los rascacielos. A ella se deben la reingeniería de las áreas que transformaron Times Square, el programa de bici compartida (Citi Bike), la aplicación computacional StreetBikes, la rápida expansión de la red de ciclovías y ciclocarriles, el rediseño de las calles bajo el concepto de “calle completa”, el impulso al Metrobus y muchas otras iniciativas que mejoraron la imagen urbana, la funcionalidad, la calidad de vida y la productividad en la metrópolis.

Janette hace un recuento de su aventura en el libro: Street Fight: Handbook for a Urban Revolution (Luchando por las calles: Manual para una revolución urbana). En la edición de junio de la revista Bicycle Times explica que para disponer del espacio necesario para la construcción de ciclo carriles, ciclovías, espacios peatonales, plazas públicas, áreas verdes, fue necesario reasignar el uso de 180 acres de terreno (728 mil 435 metros cuadrados o 72.3 hectáreas) previamente dedicados a la circulación de automóviles en una ciudad en la cual el espacio es un recurso sumamente escaso y, por tanto, valioso.

El principio básico de esta transformación urbana es muy simple: En lugar de enfocarnos en diseñar el uso de los espacios públicos en torno a los automóviles, debemos hacerlo pensando en las personas. Una vez reorientada la brújula, los cambios pueden ser relativamente rápidos y accesibles. En muchos casos lo que se requiere es pintura, elementos constructivos ligeros (jardineras, maceteros, mobiliario urbano), programas de autos y bicicleta compartida y aplicaciones computacionales para brindar a los usuarios información relevante a fin de facilitar su toma de decisiones en materia de movilidad urbana. 

Aprovechando el éxito de su experiencia, Janette se desempeña actualmente como líder del Grupo de Transporte de Bloomberg Associates. Esta organización se dedica a brindar servicios gratuitos de asesoría especializada a Alcaldes recientemente electos que tengan una clara intención de impulsar una agenda de transformación urbana inspirada en esos mismos principios. 

Las ciudades de Los Ángeles, Oakland, Detroit, México, Roma, Río de Janeiro y Atenas, se están beneficiando de sus conocimientos.  

Y si la agenda de la movilidad urbana puede abrirse espacio en los lugares más complicados, como Nueva York o la Ciudad de México, está claro que puede hacerlo en cualquier otra. Como lo señala Sadik-Kahn: “…todas las ciudades pueden beneficiarse de los cambios necesarios para proporcionar a la gente opciones reales de movilidad”.

Los proyectos de movilidad urbana sustentable más costosos son los que tienen que ver con la modernización del transporte público masivo, pero los beneficios de eficiencia que pueden alcanzarse, los hacen económicamente viables, con el atractivo adicional de que pueden convocar fondos públicos y privados para costear las inversiones requeridas. Los sistemas de autobuses de tránsito rápido, popularmente conocidos como Metrobus, representan la mejor opción en términos de costo-beneficio, pues son sustancialmente más económicos que el metro convencional o los tranvías y trenes ligeros, con prestaciones muy competitivas en términos de tiempos y costos de traslado. 

Aquí la principal barrera son los intereses creados de los concesionarios del transporte y las agrupaciones políticas que se han conformado a su alrededor. Pero si siguen postergando las transformaciones necesarias serán gradualmente desplazados por otras opciones de movilidad. 

En el caso de la ciudad de Saltillo, la adopción de los medidores para el cobro del servicio ha hecho de los taxis una alternativa de transporte que está atrayendo cada día a una mayor cantidad de usuarios. De igual forma, la entrada de Uber representa una nueva opción de movilidad que dará otra vuelta a la tuerca de la competencia que deben enfrentar día a día los concesionarios del transporte público.

La mesa está puesta para que los futuros aspirantes a la Alcaldía de la ciudad incorporen en su oferta política el compromiso con una movilidad centrada en las necesidades de las personas y ambientalmente responsable. Es una agenda con un enorme potencial económico y político. En torno a las iniciativas de la movilidad sustentable, cada vez se movilizará una mayor cantidad de recursos tanto públicos como privados, muchos de los cuales no hemos aprovechado en Coahuila ni en sus principales zonas metropolitanas. Las ciudades que tengan oportunamente la visión política adecuada y la capacidad de ejecución requerida, podrán materializar cambios que les darán una ventaja importante en la batalla por la competitividad en un mundo global. 

Isidro López la tuvo al alcance de la mano, pero su cortedad de visión y su incapacidad de realización no le permitieron entender sus alcances. El Ayuntamiento de Saltillo es hoy día como una orquesta sin director: cada músico toca el instrumento que quiere, la melodía de su antojo, con su propia partitura y ritmo. El resultado, por supuesto, es desastroso. Ahora anda de viajero frecuente, tomando vacaciones o en cuanto foro se interpone en su camino, mareado con la idea de ser Gobernador. Pobre Saltillo.

adavila_mx@yahoo.com.mx