Los valores como sustento ético para prevenir y combatir la corrupción

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Los valores como sustento ético para prevenir y combatir la corrupción

Un programa de integridad tiene como objetivo establecer una conjunción de elementos organizacionales a nivel institucional, gestión, control y reglamentación

Para prevenir y combatir las prácticas de mala gobernanza, urge que el sector privado asuma una postura que favorezca la adopción de los valores y principios éticos y de integridad en sus negocios, rechazando totalmente la práctica de actos ilegales, ilegítimos de corrupción.

Le corresponde a cada empresa implementar programas específicos para la consolidación de esos valores y principios, dejando clara su postura ética, integra y de anticorrupción ante los diversos segmentos como funcionarios, proveedores, accionistas, competencias, etc.

Estos programas deber ser primordialmente de carácter preventivo, o sea, deben evitar que haya prácticas antiéticas o corruptas. Deben prever medidas correctivas en caso de comportamientos en el ambiente organizacional que violen sus principios. Para eso, se hace indispensable que se haga tomar conciencia, que se oriente y capacite para la toma de decisiones y de actitudes éticas e íntegras.

Un programa de integridad tiene como objetivo establecer una conjunción de elementos organizacionales a nivel institucional, gestión, control y reglamentación para promover la transparencia y la reducción del riesgo de actitudes que violan principios de integridad. 

Uno de los objetivos de un programa de integridad es informar a sus empleados sobre las reglas y los procedimientos de la empresa, además de las posibilidades disciplinarias, en caso de falta de cumplimiento. Para esto, debe haber un total compromiso de los altos cargos con la ética y la integridad y con las estrategias para la promoción de tales principios, tanto en sus reglas y sus procedimientos como en la las tomas de decisión por parte de los funcionarios de la empresa, independientemente del cargo o escala jerárquica en la que se encuentren.

Un programa de integridad debe comprender las siguientes acciones

  • Elaboración del código de conducta

  • Implantación de política de comunicación permanente

  • Institución del comité de ética

  • Establecimiento de un sistema de reclutamiento centrado en la ética

  • Institución de sistemas de control interno

En el código de conducta se debe abordar la postura de la empresa contra la corrupción y contra actos que comprometan su ética y su integridad de modo general.

Además de la elaboración, es importante que la empresa establezca mecanismos para divulgación y cumplimiento del código de conducta, visto que su existencia no garantizan, por sí sólo, una efectiva aplicación. En este sentido merecen atención los esfuerzos de comunicación de los documentos ante sus stakeholders, especialmente para sus agentes.

Recordemos que la función de una estructura de gestión con integridad es determinar las expectativas de comportamiento, considerando cuales son los valores importantes para la empresa y cuáles son las reglas que se deben obedecer, debe haber claridad sobre el mínimo que se espera de una empresa.

En conclusión, no hay que olvidar que la promoción de la integridad es una pieza fundamental de una buena gobernanza y se presenta, en la actualidad, como un factor de gran relevancia en la prevención contra la corrupción, tanto en el sector público como en el privado.