Los trapos del nacionalismo

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Los trapos del nacionalismo

El hecho: Las boxeadoras olímpicas mexicanas, Brianda Tamara Cruz y Esmeralda Falcón, hallaron uniformes del equipo de softbol femenino mexicano en bolsas de basura dentro de la villa olímpica. Los fotografiaron y subieron a redes sociales.

El grito patriótico: vemos a Brianda Tamara -envuelta en la raída bandera de Juan Escutia, pero con logos impresos de McDonalds, Coca Cola y Pizza Hut. El himno nacional suena de fondo con arreglos de reguetón y autoría de Daddy Yankee. Brianda imagina ser Rose -la personaje del Titanic- parada en la proa con los brazos abiertos y con lánguida mirada puesta en el horizonte para decir: “Este uniforme representa años de esfuerzos, sacrificios y lágrimas. Todos los deportistas mexicanos anhelamos portarlo dignamente, y hoy tristemente el equipo mexicano de softbol lo dejó todo en la basura de las villas olímpicas”.

La pugna: “¡Qué fue un problema de sobrepeso en el equipaje!”, dijeron unos. “Qué no es cierto, porque a los atletas se les paga el exceso de maletas”, contestaron otros. “Nos vale madre, gritaron los más, ¡quémenlas en leña verde por anti patriotas! ¡Todo el peso de la ley sobre estas traidoras!”

El resultado: ¿Cómo sintieron las 14 de las 15 integrantes del equipo de softbol -de origen mexicoamericano- los epítetos racistas y clasistas que sepultaron cualquier explicación racional de lo ocurrido? ¿Cómo explicarles que ganó la víscera nacionalista y olvidamos que varias de ellas optaron por jugar con México en lugar de EU; llevaron al equipo al 5º lugar del ranking mundial y obtuvieron el 4º lugar en las Olimpiadas? ¿Cómo decirles que con uniformes en la basura o no, su amor y orgullo por México es inferior al nuestro?

El olvido selectivo: Ellas son descendientes de mexicanos que -en su gran mayoría- expulsamos del país so pena de condenarlos a vivir en el círculo de la pobreza eterna.

Sí, son los paisanos que maltratamos y abusamos cuando regresan a visitar sus parientes en México.

Son, también, los que nos envían remesas por 40 mil 600 millones de dólares anuales (2021) para paliar la pobreza de México y superar lo que recibe nuestro país por inversión extranjera directa y venta del petróleo crudo.

El aprendizaje: estos trapos olvidados en la basura explicitan las tendencias violentas, racistas y clasistas del nacionalismo. Cuidado.