Hecho: la salud y los cuidados masculinos son un tabú. Muchos hombres creen que por ser parte del sexo fuerte no necesitan la revisión y supervisión de su cuerpo y mente. ¿Cuántas veces no hemos visto a los señores hacerse los fuertes cuando sienten síntomas anormales en su cuerpo? Y ni se diga cuando evitan mostrar sus emociones pues no se pueden dar el lujo de flaquear ante los demás.

De los 40 a 54 años, algunos factores que influyen en la salud mental y emocional de los hombres

El entrar en la década de los 40 es un parteaguas en la vida de los hombres. En muchos se muestra, aun sin querer, una necesidad de sentirse joven de nuevo, de recordar esas viejas experiencias y vivir las que no realizaron. Por otro lado, motivado en parte por el crecimiento de los hijos, el distanciamiento con la pareja por falta de planes en común y uno que otro proyecto aplazado por años hace que el hombre vea hacia atrás y quiera recuperar lo cree que en ese momento le llenaría.

Se desata una lucha entre lo que percibe como el deber ser y lo que se quiere hacer; un dilema entre las obligaciones adquiridas en el curso de los años y las ganas de disfrutar nuevamente de todo aquello de cuando se era joven. Lo que se llama “la crisis de la mediana edad”. Cuando así ocurre, estas situaciones son fuente de depresión.

Depresión

Sin saber y sin querer puedes estar viviendo una crisis depresiva, donde pueden aparecer síntomas que contribuyen a que sientas el problema más agudo. Si así te ocurre, es momento de revalorar la percepción de las cosas. En una crisis es muy fácil distorsionar con pensamientos situaciones y sentimientos. Haz un esfuerzo por rescatar los aspectos positivos que normalmente no se aprecian en crisis depresivas. Ten paciencia y pon en marcha tus capacidades e ingenio para salir adelante, para darle el valor y apreciación justa de lo bueno y lo malo que se está viviendo.

Síntomas de depresión

Si sientes que uno o varios de estos síntomas son recurrentes en ti y permanecen es posible que estés deprimido.
Falta de interés y gusto por aquellas cosas que antes disfrutabas.
Te sientes triste y vacío.
Lloras fácilmente y sin razón aparente.
Te faltan ganas y energía.
Te invade una sensación de intranquilidad y siempre estas agitado.
Estás convencido de que no vales la pena.
Sientes culpabilidad y esa sensación te inhabilita.
Sientes ansiedad por comer y eso te alivia.
Has perdido el apetito y estás bajando de peso.
Piensas en la muerte o en el suicidio como un alivio.
Se te dificulta el recordar y pensar, te falta la concentración.
Te cuesta mucho trabajo tomar decisiones de la vida cotidiana.
Es común el insomnio por las noches.
Durante el día sólo quieres dormir.
Al amanecer sientes gran angustia y no quieres levantarte.
Te sientes cansado todo el tiempo y bostezas continuamente.
No sientes ninguna emoción.

La Depresión es considerada una enfermedad crónica que si no se atiende a tiempo, puede imposibilitar a la persona a realizar sus actividades diarias.

No caigas desprotegido en la trampa de la crisis de la mediana edad. No dejes que lo que has construido por años se derrumbe porque no quieres admitir que no te sientes bien. Busca ayuda para que tus 40 no sean una carga.