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Los Rodríguez: Honor a quien honor merece
México ha tenido grandes pilotos a lo largo de la historia, que han conjugado la adrenalina y el vértigo en sus monoplazas, haciendo realidad el sueño de muchas personas de alcanzar velocidades inimaginables.
Dos de los más emblemáticos héroes nacionales han sido los hermanos Pedro y Ricardo Rodríguez, que en décadas pasadas dejaron huella en el automovilismo mexicano gracias a su destreza con el volante.
Como un gran homenaje por la importancia que tuvieron en las carreras, ahora el autódromo donde se celebrará el GP de México fue rebautizado con su nombre.
Pedro, el ídolo
Pedro Rodríguez fue el primero de cuatro hermanos y nació en la Ciudad de México el 18 de enero de 1940.
Desde pequeño su sueño era la velocidad y gracias a la fortuna de su padre, comenzó participando en justas del mundial de Sport Prototipos hasta que debutó en 1957.
En 1958 intentó inscribirse junto con su hermano Ricardo en las 24 horas de Le Mans, pero el reglamento impidió que Ricardo compitiera.
Hasta 1971 fue un activo participante en la carrera pero fue en 1968 donde brilló ya que a bordo de un Ford GT40Mk del equipo JW- Gulf consiguió el primer lugar.
Además corría frecuentemente en el North American Racing Team (NART), al igual que en el Gran Premio de Daytona donde resultó ganador en 1963 y 1964.
Fue en 1963, dentro del Gran Premio de Estados Unidos, cuando corrió por primera vez en la Fórmula Uno sobre un Lotus. Durante los siguientes años se mantenía en competencia sobre Ferrari y Lotus pero en 1967, en apenas su décima carrera en la Fórmula 1 consiguió la victoria dentro del GP de Sudáfrica, con un Cooper- Maserati, llenando de alegría los corazones de los mexicanos que veían en él a un piloto de gran calidad, apodado en tierras europeas como el “Ojos de gato”, por a su habilidad para correr de noche y con lluvia.
En 1968 consiguió su única vuelta rápida en F1 dentro del GP de Francia y para 1970 con el equipo BRM, logró su segunda carrera en su historia en un trepidante final, llegando a la meta con 1.1 segundos de ventaja sobre el piloto de Nueva Zelanda, Chris Amon en el GP de Bélgica.
En ese mismo año estuvo a punto de conseguir el GP de Estados Unidos pero un fallo en el consumo de combustible hizo que Emerson Fitipaldi se llevara el primer lugar.
En 1971 siguió corriendo para BRM pero solamente las primeras 4 carreras, siendo la mejor el GP de Holanda, donde quedó en segundo lugar.
En total consiguió siete podios en su historia dentro de la Fórmula Uno.
Cuando su nombre comenzaba a tomar fuerza en los circuitos y era comparado con grandes leyendas de las pistas, la muerte lo alcanzó el 11 de julio de 1971 en las 200 millas de Norisring, una carrera de Intersetie en Alemania debido a un accidente provocado por Kurt Hild, quien circulaba lentamente y cambió de dirección intempestivamente.
Gracias a sus logros en el automovilismo, la primera horquilla del circuito de Daytona está nombrada en su honor, y fue colocada una placa de bronce en el situio de su choque, en Alemania.
Ricardo, la promesa
Ricardo nació el 14 de febrero de 1942 y desde pequeño tuvo el gusto por la velocidad.
Junto a su hermano Pedro corrió bicicletas y motocicletas hasta que saltaron a los automóviles, su gran pasión.
Su debut internacional se dio en Riverside en 1957, donde consiguió el primer lugar dejando en claro que tenía cualidades para brillar.
Todavía no cumplía los 17 años, cuando en 1958 quiso participar en las 24 horas de Le Mans sin poder participar al no ser mayor de edad, pero años más tarde compartió con André Pilette el segundo lugar, siendo el ganador más joven con un podio con 18 años y 133 días, También obtuvo grandes logros en las 12 horas de Sebring y las 24 horas de Daytona.
A sus 19 años fue invitado a conducir un Ferrari para el GP de Italia convirtiéndose en el piloto más joven en participar en la Fórmula Uno. Al final terminó el año en el duodécimo puesto.
En 1962, ya como piloto de Ferrari, fue su consagración en la temporada, consiguió el segundo lugar en el GP de Pau, cuarto en Bélgica y sexto en Alemania.
Ferrari no quiso asistir al GP de México al ser no punteable, por lo que el mexicano logró el permiso de Maranello para correr un Lotus 24 del equipo de Rob Walker.
El destino estaba escrito para el mexicano ya que en el primer día de prácticas se incrustó contra el riel de protección de la curva peraltada, tras una falla en la suspensión poniendo fin a un atleta que comenzaba a despuntar en el automovilismo.
Su hermano Pedro pensó en retirarse de las carreras, pero siguió participando algunos años.
Con un destino similar, los hermanos Rodríguez pusieron fin a su carrera, pero sus hazañas siguen en las mentes de los amantes a la velocidad.