Los riesgos financieros, un aspecto cada vez más controlado por las empresas
Desde la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos en 2008, que tuvo como consecuencia una profunda crisis económica en Europa que todavía hoy sigue teniendo sus resortes, las empresas y las administraciones comprendieron que deben poner toda la carne en el asador para controlar, anticiparse, medir y mitigar los riesgos financieros.
Incluso en una situación económica como la actual en buena parte del mundo, que de un modo general puede considerarse como positiva, los expertos en riesgos financieros advierten de la posible caída de la economía basándose en datos como el menor crecimiento de la economía o la revisión constante a la baja de las estimaciones de crecimiento.
Para conocer los riesgos financieros en primer lugar debemos conocer qué son los riesgos financieros. Este concepto hace referencia a la incertidumbre producida en el rendimiento de una inversión debida a los cambios producidos en el sector en el que se opera, la imposibilidad de devolución del capital por una de las partes y la inestabilidad de los mercados financieros.
¿Cómo se clasifican los riesgos financieros?
Dentro del amplio conjunto de riesgos financieros, la forma más cómoda de clasificarlos es hablar de riesgos de crédito, riesgo de liquidez y riesgo de mercado.
Todas las empresas asumen estas situaciones, de modo que, ante la actual situación cambiante de la economía y el mundo de las finanzas, con la incorporación de las nuevas tecnologías, los nuevos modelos de empleabilidad y otros factores, las empresas demandan con mucha frecuencia profesionales formados en estas áreas.
La Universidad de Alcalá propone su maestría en gestión de riesgos financieros. Este master frm, o master financial risk management en inglés, tiene como objetivo formar a los estudiantes para que puedan diseñar y ejecutar estrategias a corto y medio plazo destinadas a minimizar los riesgos financieros.
Los riesgos de liquidez son fáciles de entender, pues son aquellos que se producen cuando una de las partes contractuales no cuenta con los activos suficientes para asumir sus obligaciones. Esto se produce cuando una sociedad no puede hacer frente a sus deudas a corto plazo ni vendiendo su activo corriente.
Otra posibilidad de sufrir riesgos de liquidez son aquellas situaciones en las que la empresa se adentra en periodos de continuas pérdidas de cartera, que tienen como consecuencia final no poder cumplir con las obligaciones de pago, tanto a proveedores y socios como a sus propios trabajadores.
El riesgo de liquidez se diferencia del riesgo de crédito es que este último es aquel que se produce cuando una de las partes de un contrato financiero no asume sus obligaciones de pago. En el riesgo de liquidez, la empresa sí cuenta con activos, pero no con la liquidez suficiente.
El riesgo de crédito va muy unido a que se produzca un impago de la deuda contraída. Es la forma más habitual de enfrentarse a riesgos en el caso de recibir préstamos de cualquier tipo.