Alma Delia Murillo revela los procesos de una narradora con 'El Niño que Fuimos'

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Alma Delia Murillo revela los procesos de una narradora con 'El Niño que Fuimos'

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En entrevista para VANGUARDIA la escritora, considerada una de las autoras contemporáneas más relevantes, contó algunos pormenores de su proceso artístico previo a la presentación en la ciudad de su nuevo libro

María, Óscar y Román se conocieron en el Internado Número Uno Gertrudis Bocanegra del Lazo de la Vega un 11 de septiembre. Estudiaron la primaria y compartieron su infancia durante los 80’s, pero al terminar esa etapa se separaron y no se reencontraron hasta 20 años después, un mismo día, con vidas diferentes.

El libro más reciente de la capitalina Alma Delia Murillo narra la experiencia de crecer en un internado —modelo educativo en desaparición en México— y los conflictos que surgen cuando los caminos de tres amigos, totalmente cambiados por el tiempo y las vivencias personales, se vuelven a unir.

Publicado por Editorial Alfaguara, “El Niño que Fuimos” es la tercera obra en la trayectoria de la también columnista para Sin Embargo y se presentará este viernes en punto de las 20:00 horas en Il Mercato Gentiloni.

“Tenía una deuda pendiente por contar la historia del internado en que yo crecí”, explicó para VANGUARDIA la escritora, “al final de mi novela una nota dice que aunque no es una novela autobiográfica sí es vivencial, porque yo crecí en un internado donde pasan estas historias”.

“Y tenía ese tema, la necesidad de asomarme a contar la infancia y la necesidad de asomarme a contarla desde esta circunstancia tan peculiar en que yo la viví”, agregó, “eso da muchas historias por contar. Yo crecí con cientos de niñas de los 7 a los 14 años, en un lugar donde no había papás, sólo nosotros y los encargados. Mi intención era contar esa experiencia que mucha gente no conoce”.

Recalca que se trata de una obra de ficción, aunque ciertamente esté inspirada en experiencias personales. “La ficción al final es una mentira, los escritores intentamos que esté bien contada pero es una mentira que nutrimos de nuestras vivencias o de las de otros”.

En una época donde la tecnología apenas comenzaba a ser parte de la manera en que nos comunicamos, Alma Delia explora lo que pasa cuando las personas se reencuentran tanto tiempo después, cambiados por las diferentes circunstancias de sus vidas.

La autora explicó estos cambios, estos caminos, que cada personaje siguió en su vida los desarrolló para la trama de manera que pudieran considerarse elecciones naturales en un ser humano.

Los personajes se eligen solos, son seres humanos, o eso intentan, que sean lo más cercanos a un problema”, explicó, “son personajes que están llenos de matices, cicatrices, de prácticas que a lo mejor no los harán el ejemplo a seguir, pero nadie somos el ejemplo a seguir de nada y a mí me interesa contar siempre esa perspectiva”.

“Casi todos los que escribimos intentamos que los personajes se definan a sí mismos para que sean creíbles, para que sean casi tan reales como tú o como yo”, continuó, “así que yo hice sus características pero luego dejé que los personajes avanzaran hacia lo que ellos querían contar”.

“Intento no imponer mi voz como narradora sino dejar que los personajes sean, es difícil, es un gran reto, pero es lo que a mí me gusta”, agrego, “esto no son matemáticas, ojalá lo fueran, ciencias exactas. Simplemente creo que es una cuestión de escuchar y de escuchar a los personajes”.

Así fue como desarrolló una trama que involucra a sus personajes en temas de abandono, sexualidad y violencia, además de la amistad, la infancia y el crecimiento personal y los cambios en los contextos donde viven.

Durante la creación hay que soltarse, dejar a los personajes, lo que quieren, las imágenes que vienen y luego ya al editar luego vas valorando cómo puedes limpiar”, expresó sobre el texto que le tomó nueves meses escribir.

“La novela se llama así porque yo creo que todos somos sobrevivientes del niño que fuimos y yo creo que es verdad. Cualquiera de nosotros que revise su historia se dará cuenta que crecer es violento, es una paliza, como digo siempre. Y hay que reconciliarnos con la idea de que, aunque tengamos una vida más o menos ordinaria, todos somos épicos, nos hemos sobrepuesto al mero hecho de crecer que ya es un acto de sobrevivencia”, concluyó.

¡No te lo pierdas!
Presentación del libro ‘El Niño que Fuimos’
De Alma Delia Murillo
Viernes 20 de julio
Il Mercato Gentiloni
20:00 horas
Entrada Libre