Los golpes bajos y los acuerdos debajo de la mesa empiezan a hacer su aparición en forma por demás silenciosa, pero pronto irán in crescendo, pues la batalla para ganar las curules locales ya se inicia y su fin será el 18 de octubre, fecha fatal para la contienda electoral.

Eso ya está visto y quedará atrás en menos de dos meses, pero enseguida, no solo los partidos políticos deberán pensar a quienes elegirán como candidatos a diputados federales y presidentes municipales para el próximo año, aunque en el caso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) el que debe preocuparse es el gobernador quien deberá palomear a los que debatirán en esas hostilidades del 21, aunque con los vientos ya se escuchan en forma adelantada algunos nombres en los pasillos palaciegos.

Los nombres de los presuntos que andan rondando ya han estado presentes en el ambiente político de Coahuila desde hace años, cuyos calificativos ya sufren de un desgaste por su grisácea labor derivada de su apetito político desbordado como Carolina Morales, Francisco Saracho, Leticia Castaño, Gladys Ayala, José Antonio Gutiérrez Jardón, Jaime Bueno y de nuevo Jericó Abramo.

Esa lista seguramente fue pensada y repensada, pues se debió tomar en cuenta una mezcla de lealtad al régimen riquelmista, pues son los que le irán allanando el camino hacia la meta derribando obstáculos que podrían incidir en mancharlo y que le darán la libertad para encaminar al sucesor y para que el cambio de poder estatal transcurra en forma tersa.

Las reformas electorales han propiciado que muchos actores políticos luchen para quedar en algún sitio, cualquiera que sea que les sirva de acicate y los lance a seguir su ruta dentro de la esfera donde permanezcan en ese ambiente, y los que ya tengan una posición les sirva para escalar, pero siempre estar cerca del poder. 

La Presidencia Municipal del Saltillo es, desde luego, el sitio en donde el alcalde ha empleado una posición en la que ha demostrado madurez política a toda prueba sin que ésta sea rebasada pues su olfato conocedor le dicta que los reflectores son para el gobernador, ya que la sede del Gobierno del Estado está asentada en la ciudad por ser la capital del estado, y de donde precisamente en este sexenio el gobernador no es oriundo, por lo que se deduce que sus complacencias están en otro lugar que podría ganar peso, aunque realmente no se ve ningún personaje con capital político suficiente que pudiera dar guerra en la selección del candidato, y no lo digo en forma discriminatoria, a pesar de que la población de Torreón nunca ha mostrado simpatía por la capital, lo que así ha sucedido durante los últimos 60 años, por lo menos.

Por esas reformas electorales Manolo Jiménez terminará su periodo como alcalde de Saltillo en el 2021, y si se resuelve jurídicamente que no exista reelección, tendrá un asueto político de un año y medio para definir su camino, pues hasta el 2023 se elegirá el candidato de su partido para pelear la gubernatura del estado, pensando en que sus pasos lo guiarán a Palacio de Gobierno. ¿Qué hacer en ese lapso? Tal vez un puesto de primer nivel en el gabinete estatal, y si eso sucede, puede ser una señal, pues es indispensable no perder vigencia, ya que eso en política es fatal.

El handicap de las elecciones que tendremos durante el presente año, la caballada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hasta ahora no goza del todo de una fortaleza que pueda avanzar con cierta presteza, pues algunas caras ya han sido vistas en otras pistas con resultados decepcionantes pero que ya se encuentran acomodadas en los carriles para la carrera.

La supervivencia del partido depende en gran medida de las próximas elecciones, por lo que el manejo de las estrategias para la contienda de éste año deberá ser dirigido por expertos que posean un colmillo retorcido en estos menesteres, a fin de que la cúpula del PRI los ponga en práctica y logren sacar adelante algunos candidatos, pues al parecer en unos distritos hay peligro 
Los candidatos priistas al Congreso del Estado ya fueron registrados. Solo falta que ganen.
Se lo digo EN SERIO.

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@aguirreperalesf
Francisco Aguirre Perales

EN SERIO