Los pendientes ambientales en Coahuila

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Los pendientes ambientales en Coahuila

Este 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, un tema (el ambiental) que ha estado rezagado a los ojos del gobierno estatal y federal pese a toda una lista de pendientes en la materia a nivel Coahuila.

La celebración del día, en teoría, debería crear presión política para abordar preocupaciones. En Coahuila, piense, recuerde y cite las preocupaciones ambientales. Aunque no lo crea, son varios asuntos.

En La Laguna está la contaminación por el más de millón de toneladas de estiércol que produce la cuenca lechera. El manejo de las excretas está descontrolado en términos generales, lo que produce afectaciones al ambiente y al subsuelo.

En la misma Laguna está la contaminación por arsénico en el agua a causa de la sobreexplotación de los mantos acuíferos. Cada año la recarga del acuífero ronda los 500 millones de metros cúbicos, pero la extracción del subsuelo alcanza los mil millones de metros cúbicos. El envenenamiento por arsénico provoca diversas enfermedades y hasta cáncer en las personas.

También en la región está la eterna contaminación por metales pesados como el plomo y cadmio, los cuales siguen presentes y hay investigaciones en torno a sus afectaciones a la salud humana. También están las contaminaciones que persisten por la aplicación indiscriminada que se hizo hace décadas de pesticidas, veneno que, ya se ha corroborado, perdura en el ambiente.

En La Laguna, en municipios como Viesca y Matamoros, existen lagartijas endémicas en peligro de extinción y no existe ningún protocolo para el manejo y conservación de las especies.

El valle de Cuatro Ciénegas y sus subsistemas ecológicos, únicos en el mundo, están al borde de colapsar debido al histórico mal manejo de la zona. Asimismo, la tortuga bisagra que habita exclusivamente en las pozas de agua dulce de Cuatro Ciénegas está en peligro de extinción.

En la región Sureste está el basurero tóxico, ese confinamiento de residuos y metales pesados de hidrocarburos. No hay investigaciones que lo avalen, pero varias historias periodísticas hablan de afectaciones ambientales, contaminación del agua y daños a la salud de las personas por la dispersión de tóxicos en el aire.

En la región Centro, la ciudad de Monclova ya ocupó el tercer lugar entre las ciudades con peor aire en el mundo, según la World Air Quality Index. Monclova tiene una vocación industrial, caracterizada por la presencia acerera. ¿Pero quién le pone la lupa a las emisiones de esa industria?

La Carbonífera con sus pocitos de carbón y el daño al suelo y al ambiente. Cruzar esa zona es mirar cerros y praderas negras.

Al norte, el río San Rodrigo y su ecosistema que han sido destruidos por la minería de piedra y la presa La Fragua.

¿Qué otros asuntos ambientales están presentes en Coahuila?

Con la lista anterior tendría suficiente quehacer la secretaria de Medio Ambiente en el estado, Eglantina Canales, así como el nuevo secretario de Medio Ambiente Federal, Víctor Manuel Toledo. ¿Por cierto, conoce usted al delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en la entidad? La Profepa es la institución encargada de sancionar los daños al ambiente. Pero en Coahuila, como en muchas otras entidades, es un ente de papel.

Sin embargo, el desinterés al ambiente es generalizado. A nivel estatal la Secretaría de Medio Ambiente es prácticamente la secretaría que trabaja con menos recursos de los 18 entes del poder ejecutivo. Sólo la burocrática, innecesaria y redundante Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas tiene menos presupuesto (49.5 millones de pesos) que la de Medio Ambiente (57 millones 475 mil 262.20 pesos), según el presupuesto de egresos 2019.

Para que se dé una idea, se destina ocho veces más recursos a la publicidad del gobernador que a los temas medio ambientales de Coahuila.

Pero eso no es todo. El 74 por ciento (42.7 millones de pesos) del presupuesto de la secretaría de Eglantina Canales se destina al pago de la nómina. Casi 9 millones van a servicios generales y 3.2 millones a publicidad.

AL TIRO

Según el Reglamento Interior de la Secretaría de Medio Ambiente, en su artículo 8, se tiene un recurso de 300 mil pesos para atender las medidas de mitigación y adaptación para el cambio climático. ¿Qué hace la secretaría con ese recurso anualmente? Vaya, se destina más recursos a servicios de vigilancia de la dependencia (568 mil pesos) y al mantenimiento de inmuebles (495 mil pesos) que a mitigar el impacto del cambio climático.

Los pendientes ambientales en Coahuila son muchos y usted, querido lector, seguro sumaría unos más a la lista.

Y eso que el actual Gobierno Federal se resiste al fracking, sino imagínese.